Le ha costado más de año y medio y muchísimo esfuerzo, pero Abel ya no tiene ninguna duda de que ha recuperado a Barriola, ese zaguero especialmente dotado para las luchas individuales que causó impacto desde su debut. Tras su grave lesión de rodilla, el de Leitza necesitaba superar ese test de altura en una lucha individual -el Manomanista le llegó demasiado pronto- y ayer superó uno de los exámenes más difíciles a los que se puede enfrentar hoy por hoy, superando con solvencia a un Oinatz Bengoetxea que llegaba en su mejor momento.

El precedente tan cercano del Torneo Nitro en el que encima se dañó un dedo parecía desnivelar la balanza en favor del más joven, de hecho de inicio se cantaron dobles a sencillos a favor del pelotari de Asegarce, pero ayer Abel Barriola creyó en sí mismo como pocas veces lo había hecho antes. Desde el primer pelotazo, y dando quizá continuidad a la gran segunda parte realizada ante Saralegi, Barriola puso en liza sus mejores virtudes de siempre; buenos saques, juego largo y, sobre todo, imprimir una gran velocidad a sus pelotazos.

El partido comenzó eléctrico, con cada pelotari intentando imprimir su ritmo. Con una pelota de mucha salida de frontis, Barriola trató de jugar más en largo, manteniendo a Oinatz lejos de la pared delantera, mientras que cuando el delantero de Asegarce acertaba a llevar a su rival al juego más en corto, los tantos eran mas azules.

A pesar de que cada uno tendría sus preferencias, los aficionados de Leitza podían respirar tranquilos porque veían que su representante en cuartos iba a ser más que digno. La igualdad se mantuvo hasta el 3-4, única ventaja de Bengoetxea durante todo el partido. A partir de ese instante, siempre con el saque y el peloteo largo como argumentos, Barriola mandó y acertó mucho más, abriendo hueco en el marcador, aprovechando también un par de pasas consecutivas de la línea del cuatro y medio por parte de Oinatz.

También mentalmente

El 14-6 que se abrió en el marcador parecía definitivo por las sensaciones que mostraban uno y otro, sin embargo, Bengoetxea VI no había dicho su última palabra. El delantero obligó a su rival en los desplazamientos laterales moviéndole mucho en la cancha. El partido incluso se apretó mucho (16-15) en una fase en la que se multiplicaron los errores, dos faltas de saque de Barriola incluidas.

Sin embargo, Barriola ayer también se mostró superior en el aspecto mental y superó ese pequeño momento de crisis con una tacada que le llevó hasta el cartón 22, con los mismos argumentos que al principio. Julen Retegi, su próximo rival no puede estar muy tranquilo.