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SEMANA DEL CINE FANTÁSTICO DE TERROR

Rebordinos: «Los espectadores son como el novio de toda la vida»

José Luis Rebordinos afronta hoy la clausura del que será su última edición como director de la Semana del Cine Fantástico y de Terror. A partir del 1 de enero, le espera lo que califica como «un gran reto»: dirigir un festival como Zinemaldia. Al repasar estos veintiún años resalta nostálgico el cariño del público, «pieza fundamental para que la Semana pueda ser lo que es»: una mezcla de «cachondeo y terror». La doble sesión nocturna de la víspera fue muestra de ello.

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Oihane LARRETXEA | DONOSTIA

«Ni nervioso, ni preocupado». José Luis Rebordinos, todavía director de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia, esperaba ayer «ilusionado» su paso al Festival Internacional de Cine, sucediendo así a Mikel Olaciregui. El cambio supone, reconoce, «un reto muy importante», aunque no le resulta apabullante, porque «los retos me gustan». Aún así, asegura que lo desempeñará con «prudencia», porque el momento no está para hacer «locuras». A falta de poco menos de dos meses, dice que no tiene tiempo para irse de vacaciones. «No, no. No puedo, no puedo», insiste. «Van a ser dos meses muy complicados para mí -añade-. Por un lado, hay que cerrar la Unidad de Cine de Donostia Kultura que siempre está en marcha y, a su vez, estoy poniendo al día a la persona que me sucederá -nombre que se dará a conocer a las 13.00-, lo mismo que está haciendo Mikel (Olaciregui) conmigo. Por otro lado, tengo ganas de centrarme en el festival, porque va a ser mi nuevo trabajo».

Sobre Zinemaldia no quiere hablar mucho más, «porque aún no lo dirijo». «A partir del 1 de enero os atenderé encantado y responderé a vuestras preguntas. Mientras tanto, os pido paciencia», responde. También se muestra cauto ante los recortes que, tal y como han anunciado esta semana Lakua y la Diputación de Gipuzkoa, aplicarán tanto a Zinemaldia y como a la Quincena Musical donostiarra. «No haré declaraciones sobre ninguna decisión que adopten los miembros del Consejo de Administración. No debo. Lo que tenga que decir lo diré ante el consejo en una reunión». Afirma ser consciente de que la cita donostiarra cuenta con una tercera parte del presupuesto de citas como, por ejemplo, la Berlinale, «el festival más pequeño de los grandes por encima de nosotros». «Al margen de las aportaciones de cada institución, lo que está claro es que es muy difícil, con seis o siete millones, hacer un festival comparable al de Berlín». «Las instituciones y la ciudad tienen que ser conscientes de este extremo», concluye.

Centrándose ya en la edición actual de la Semana que «rasca» hoy su último día, Rebordinos afirma no ha tenido tiempo de pensar en ello. Eso sí, subraya que es su último día como director, pero que a partir de la próxima edición la disfrutará desde las butacas «con alguna licencia que ahora no me puedo permitir».

La situación es un cúmulo de sentimientos que califica de «nostálgicos». Se emociona hablando de su trabajo que le «fascina», pero aún se emociona más cuando habla «de su público»: «una pieza fundamental para que la Semana sea lo que es. Hombre, es que son veintiún años de relación con los espectadores -cuenta-. Es como la novia o el novio de toda la vida, el de la universidad. Es más fácil que dure porque son dos personas que han crecido juntas. Pues con el público, me pasa lo mismo. Yo he crecido a su lado y ellos al mío». Tras pedirle una anécdota, responde rápidamente con un «buf!»: «Es que es imposible elegir una sola. En las colas del Principal hay quien se ha enamorado y se ha casado, y hay incluso alguna pareja estable que ha tenido un hijo».

Fiesta y caspa en las butacas

La fidelidad a la que Rebordinos se refiere se notó en la madrugada del jueves y es que el público es, sencillamente, inagotable. Sean las 22.00, las 17.00, o las 02.00, afronta cada proyección con ganas, pero sobre todo con mucho cachondeo, que es una de las características de este festival.

La medianoche había pasado hacía un rato y mientras los vecinos de la Parte Vieja -salvo alguna excepción- dormía o lo intentaba, la puerta del Principal era un alboroto de grupos reunidos en círculos de los que salía el humo de los inevitables cigarrillos. En escasos minutos iba a comenzar la «Grindhouse night», una sesión doble que rememoraba las proyecciones de los años 70 y 80 en Estados Unidos. Cine al aire libre, donde proliferaban las películas «casposas» y «delirantes».

A muchos aquello les retrotraía al cine de su barrio. «Como cuando éramos críos», para Sergio. A su lado, otro espectador, sentía algo parecido. «Esta sesión me recuerda a los tiempos de cuando era `pequeñajo', cuando te metías en la sala de debajo de casa. Estas sesiones son la gamberrada por la gamberrada».

«Gomia, el terror en el mar Egeo», dirigida por Joe D'Amato en 1980, era el primer título de la noche, mientras el nombre de la segunda proyección se iba a conocer en aquel mismo instante. «Miedo me da la organización», decía entre risas Jorge. Al final resultó ser «Piraña 2», de James Cameron.

Dentro de la sala, las palomitas del suelo delataban las largas horas de cine allí pasadas, unos restos que a las 7.00 de ayer las aspiradoras se esmeraban en retirar. Por lo demás, chucherías de todo tipo y vasos de cerveza y kalimotxo que andaban de mano en mano.

Rebordinos, quien por cierto, no dudó en refrescarse la boca con un trago, no falló a la cita. Mientras presentaba al largometraje de D'Amato y anunciaba que «Brutal Relax» había ganado el premio al mejor corto estatal, los gritos y comentarios jocosos hacia su persona no cesaban. Pero él no se ofendía; todo lo contrario. «¡Vístete de pollo!», le suplicó a gritos una chica desde alguna butaca, en alusión a los disfraces a los que el director nos tiene acostumbrados. «¡Mirad que he tenido momentos patéticos y humillantes aquí!», reconoció entre risas, no sin antes saludar al «público infame», deseándoles que disfrutaran como se hacía «en los cines de barrio» en una noche «de cachondeo y terror».

El divertimiento en una sesión como la del «Grindhouse night» no reside en la proyección en sí, sino en los comentarios del personal. Que la actriz se despoje de su camiseta y muestre su minúsculo bikini no tiene nada de especial, a no ser que se trate de una sesión nocturna. Los silbidos fueron lo más light que se escuchó.

Y, por supuesto, nada de asustarse gratuitamente. Las vísceras fuera del estómago o un feto arrancado del vientre hicieron las delicias de un público que aplaudía cada vez que se asesinaba a un protagonista.

RECORTES

El direcor eludió hablar sobre los recortes económicos que sufrirá Zinemaldia la próxima edición, tal y como han adelantado esta semana Lakua y la Diputación de Gipuzkoa. Y añadió que las intituciones y la ciudad tienen que «ser concientes» de estas condiciones.

EUSKARA

Según confirmó Rebordinos, las proyecciones en euskara, así como las susbtituladas en esta lengua, han contado con más espectadores. «Una cifra positiva comporándola proyecciones en euskara de otros ciclos y festivales de Donostia».

PALMARÉS y dirección

A las 12.00, tras siete días de cine, se dará a conocer el palmarés con las películas ganadoras de cada sección. A la 13.00, se sabrá quien sustituirá a Rebordinos en la dirección de la Semana.

MÁS SESIONES

Los días 8, 9, 10, 11 y 18 se proyectarán películas dentro de la sección «CaraB» en la C.C. de Okendo y en la Facultad de Derecho del campus de Ibaeta con entrada libre.

Euskal Herrira zonbiak ekarriko dituzten ekoizleen bila

«Euskal Okela». Ez gara geure behiek ematen duten haragiaren kalitateaz ari, Jon Sanchez gipuzkoarrak abian jarri duen ikus-entzunezko proiektu berritzaileaz baizik. Helburua: zonbien inguruan Euskal Herrian filmatutako lehen lan luzea egitea. Ideiari oihartzuna emateko asmoz, gaur bertan, Donostiako Fantasiazko eta Beldurrezko XXI. Astearen barruan, I. Zonbi Martxa antolatu dute -19.00etan abiatuko da Bulebarretik-. Parte hartzea irekia da. Nahikoa da aurpegia margotu eta arropa urratuekin bertaratzea.

«Facebook sarean sortu zen orain zazpi hilabete, beraz, jaio berria da», dio Sanchezek. Pelikularen ekoizpen eta filmatze prozesuei dagokienez, ez du aurrekaririk, metodo tradizionalari buelta eman baitiote. «Normalean, lehendabizi, gidoia idazten da, diru laguntzak jasotzen dira eta pelikula egiteari ekiten zaio. Azkenik, jendeari zinema aretoetan aurkezten zaio. Hori litzakete -azaldu du Sanchezek- modu tradizionala». «Euskal Okela» filmaren kasuan, berriz, alderantzizkoa gertatzen da. Dagoeneko ikusleak bilatzen hasi dira -baita aurkitu ere-, «nolabait jendeak nahi duen produktua egiten da», eta nahikoa jende biltzen denean, pelikula egiten da. «Absurdua baita hasieratik harrera onik ez badu, aurrera egitea». Orain ekoizpen taldearen bila daude.

Sistema berri honen funtsa sareak ematen dituen abantailez baliatzea dela baieztatu du. «Facebooken baditugu 1.500 lagun baino gehiago, laguntzeko prest egoteaz gain, ideia bikainak jasotzen dira bertatik».

Diru laguntzak eskuratzea erraza ez denez, crowfunding metodoaz baliatuko dira «akzio sistemaren antzeko» sistemaz. Hala, nahi duen orok bi edo hiru euro eman ditzake eta ekoizle bilakatu. Trukean ez du irabazi ekonomikorik eskuratuko, «baina lehiaketa batzuetan parte hartzeaz gain -dio-, bere izena amaierako kredituetan ikusiko du». Inbertsoreak ere izango dira. Mila eurotik aurrera inbertituz gero, badago etekinetako portzentaje bat eskuratzerik.

Zonbi inbasio baten zain dauden hiru lagunen abenturaz mintzo da filma. Euskal Herrian nonbait bada leku perfektua, eta horren bila bidaia egingo dute. Informazio gehiago eskuratzeko, bisitatu euskalokelafilm.wordpress.com orrialdea. O.L.

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