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Criminalización de la información

El juez desestima el recurso y deja en libertad condicional a Assange

Julian Assange, que ha levantado la ira de EEUU por la filtración de documentos secretos, quedó ayer en libertad condicional después de que un juez londinense desestimara el recurso de Suecia. En una breve comparecencia, se mostró decidido a continuar con su trabajo.

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GARA | LONDRES

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, dijo ayer que espera continuar con su trabajo y que defenderá su inocencia, tras salir en libertad una vez que pagó la fianza que le fue impuesta.

En una breve comparecencia a las puertas del Tribunal Superior de Londres, donde un juez desestimó un recurso de la Fiscalía sueca contra su liberación, Assange se declaró encantado de «volver a respirar el aire de Londres».

El periodista y matemático australiano agradeció el apoyo «a todas las personas en el mundo» que han «respaldado a mi equipo», a sus representantes legales y a las personalidades que han avalado su fianza «en momentos difíciles», informó Efe.

También se mostró agradecido con «el sistema judicial británico», que aunque a veces puede cometer fallos, «al menos -dijo- no está muerto».

Vestido con traje oscuro y camisa blanca, Assange contó que, durante el tiempo pasado en una celda de aislamiento en la prisión londinense de Wandsworth, había podido reflexionar sobre otras personas en el mundo que están en esa situación, y reclamó al público que centrara su atención y sus esfuerzos en ayudarles.

«Espero continuar con mi trabajo y seguir defendiendo mi inocencia», reiteró, antes de asegurar no haber visto aún las pruebas que las autoridades suecas tienen en su contra.

Unas horas antes, el juez británico Duncan Ouseley anunció que pondría en libertad condicional bajo fianza a Assange tras rechazar el recurso presentado por Suecia, país que quiere extraditarle por cargos de presuntos abusos sexuales.

Al término de una vista que duró poco más de hora y media, Ouseley efectuó ligeros cambios en las condiciones fijadas el martes por el juez de primera instancia que decidió la puesta en libertad de Julian Assange mientras continúa el proceso de extradición.

Los citados cambios se refieren a los horarios del toque de queda que deberá respetar y a su comparecencia diaria en la comisaría cercana al lugar donde deberá residir, una casa de campo propiedad de su amigo y fundador del club de periodistas Frontline, Vaughan Smith, situada a 200 kilómetros al este de la capital británica. También debe llevar una pulsera electrónica de control.

Condiciones

El creador de Wikileaks, deberá permanecer en su residencia en un horario comprendido entre las 10.00 y las 16.00 del día, y de 22.00 a 2.00 por la noche. El pasaporte del australiano quedará también en manos de la Policía y se espera que el 11 de enero comparezca de nuevo ante los tribunales.

Este fallo no podía ser recurrido, por lo que el australiano recobró la libertad tras abonar las 200.000 libras (unos 239.000 euros) en metálico exigidas como fianza, cuyo monto total es de 240.000 libras. En cuanto sus abogados entregaron esta cantidad de dinero, Assange pudo finalmente volver a la calle, airoso.

Personalidades como los cineastas Ken Loach y Michael Moore, el periodista John Pilger o la multimillonaria Jemima Khan han realizado aportaciones económicas para la libertad de Julian Assange, encarcelado desde el 7 de diciembre, apenas unos días después de la divulgación de miles de documentos secretos de la diplomacia de EEUU.

Los abogados que representan los intereses de la Fiscalía sueca alegaron que, a pesar de todas estas condiciones, seguía existiendo riesgo de huida hasta que no haya una decisión sobre el proceso de extradición.

Pero el juez Ouseley aseguró que «la Corte no se plantea este caso partiendo de la base de que es un fugitivo de la justicia que busca evitar ser interrogado y llevado ante la justicia».

Por otro lado, el primer ministro sueco, Frederik Reinfeldt, negó ayer que el caso de Assange sea un «juicio político».

«No, todos entenderán que no es un juicio político, se trata de distintos sistemas judiciales hablando entre ellos», declaró al ser preguntado por si espera que sus colegas europeos le pregunten por el caso en la cumbre de mandatarios de la UE que se celebra en Bruselas.

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