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Empieza la cuenta atrás para la independencia de Sudán del Sur

Apenas quedan unos días para que la región autónoma vote si se separa o no de Sudán. Pero para que el referéndum sea un éxito, hay que inscribir a todos los votantes, explicarles de qué trata y de por qué su voto es importante. Y para ello, en noviembre se puso en marcha un amplio programa de educación cívica.

Paul JIMBO

Panos London

En Torit, la capital del estado de Equatoria Oriental, uno de los diez que forman Sudán del Sur, se siente ya la presión para tenerlo todo preparado de cara al referéndum del próximo 9 de enero y que podría ser el inicio de la creación del 55º estado independiente de África.

Un grupo de hombres y mujeres caminan entre folletos informativos, papelógrafos, pancartas y pósters anunciando el futuro referéndum en Sudán del Sur. Es otro de los grupos que participarán en un taller que les entrenará para llevar y transmitir toda esta información a los lugares más recónditos del país: son los educadores cívicos.

Si bien ya se ha inscrito a una gran mayoría de los votantes, aún quedan sectores por inscribir y a quienes informar. Pero ¿cómo hacerlo en un país de nueve millones de habitantes y tan grande como el Estado español y Portugal juntos?

Saliendo de una sofocante habitación está Anisia Achieng, la jefa de los educadores cívicos de la estatal Oficina de la Alta Comisión para el Referéndum. «El tiempo no está de nuestra parte», grita. Lo mismo piensa Louis Lobong, el gobernador del Estado y miembro del secesionista Sudan Peoples' Liberation Movement, admitiendo que van un poco retrasados.

Lobong se excusa: «Recuerden que en los últimos 50 años, Sudán ha sido inestable, esto significa que no contamos con la fuerza humana adecuada para llevar a cabo la educación cívica necesaria. Dependemos de la experiencia de los países vecinos, como Kenya y Uganda». Achieng, por su parte, confía en que «no haya más demoras ni prórrogas en las fechas».

Buscando a los dispersos

Sudán del Sur es un país eminentemente rural y en el que es difícil moverse: sólo cuatro carreteras para casi 600.000 kilómetros cuadrados. A esto hay que añadirle la movilidad de la población.

En efecto, este es uno de los aspectos que destaca una de las educadoras, Hellen Siyama, que procede de una comunidad de pastores y que se echa las manos a la cabeza cuando dice que «el registro no podía llegar en peor momento ya que están en plena estación seca». Y es que, durante la época seca, muchas comunidades ganaderas tienen que emigrar, recorrer grandes distancias en busca de agua y pastos para su ganado y para sobrevivir.

«Durante las sequías, la mayoría de las comunidades pastoriles cruzan las fronteras internacionales entrando en las vecinas Kenya, Uganda e incluso Etiopía, lo que hace difícil registrarlos o llevar a cabo ningún tipo de educación cívica», afirma Siyama.

Para eso están las nuevas tecnologías, en las que confía plenamente el Gobierno sursudanés que esperaba establecer un registro de votantes por satélite y centros móviles de educación cívica. El sistema de registro por satélite de votantes implica seguir a las comunidades pastoriles durante su migración. Vehículos equipados con funcionarios electorales y personal de educación cívica hacen el seguimiento de los potenciales votantes entre estas comunidades. Se las inscribe y forma en el mismo momento. Pero Siyama advierte de que aún falta que la Alta Comisión para el Referéndum en Jartum le dé el visto bueno...

En la otra cara de la moneda está Edward Lochor, padre de nueve hijos, un ganadero que vive en Lopa, aldea cercana a Torit. Lochor, como muchos pastores visita dos veces por semana la ciudad para enterarse de los precios del ganado.

Sabe lo del referéndum, pero nada sobre el programa de educación cívica ni de que había un plazo -el 1 de diciembre- para registrarse como votante.

Sobre la educación cívica, Lochor es contundente: «Tengo 64 años y no sé ni leer ni escribir, ¿cómo espera que me siente en una clase para que me eduquen?». Y a esto añade: «Si pierdo el tiempo para que me eduquen sobre cómo votar, mis vacas y mis cabras se irán hambrientas a dormir».

Naciones Unidas

El plan de educación cívica cuenta con el apoyo de Naciones Unidas, que creó la División Integrada de Naciones Unidas para el Referéndum y el Proceso Electoral (Unired, por sus siglas en inglés).

Sobre la educación cívica, Yudaya Nabbale, de la Misión de la ONU en Sudán, destaca la importancia de «formar a los educadores en las ideas de imparcialidad, profesionalidad, transparencia y respeto a la ley». De hecho, deben ser imparciales y recordar a cada votante que votar «sí» es votar por la independencia... Y votar «no» es un voto por la unidad con Sudán.

«Pero, aparte, la gente tiene que saber que su elección impactará en sus vidas y en la de las generaciones futuras», subraya el presidente de la Oficina para el Referéndum en el Sur, Justice Chan Reec.

En cualquier caso, apenas queda una semana para que los sudaneses del Sur emitan su veredicto. Y, sea cual sea éste, aún queda por ver qué pasará después...

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