La Asociación de Hostelería de Euskadi -con implantación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa- ha informado de que se están produciendo «enfrentamientos» entre fumadores y no fumadores tras la entrada en vigor de la nueva ley. Al mismo tiempo, destaca que «en medio» de esta situación se encuentran «los intereses de empresarios y trabajadores» del sector.

«Queremos expresar nuestro malestar ante lo que consideramos un atropello», destacó en un comunicado difundido por la agencia Efe esta asociación, que opina que los hosteleros son «rehénes de intereses políticos y particulares que nada tienen que ver» con ellos. Por esto, reiteró su petición para que se paralice la ley antitabaco.

Considera, además, que los derechos de fumadores y de no fumadores «estaban más que garantizados» con la norma anterior, y puntualiza que el colectivo de hosteleros «ni es insumiso ni sumiso ante una imposición de rango estatal que, desgraciadamente, el Gobierno Vasco tiene intención de endurecer, si cabe aún más».

El malestar de los hosteleros está dando lugar a situaciones cuando menos curiosas. Si hace unos días el propietario de un establecimiento de Otxandio mostraba su rechazo a la nueva ley a machetazo limpio contra una máquina expendedora, ayer tuvo lugar otra llamativa protesta en Urduliz.

Pedro Elordui, dueño de la sidrería «Ayoberri» ubicada en esa localidad vizcaina, colgó del techo de la entrada, a la vista de los posible clientes, la máquina expendedora y aseguró que la dejará así hasta «que cambie la ley». Se da la circunstancia de que esta entrada es nueva, consecuencia de la inversión que recientemente llevó a cabo para separar la zona de fumadores de la de no fumadores.