El rey de Bélgica dio un nuevo impulso a las negociaciones para formar Gobierno, mientras los mercados financieros se muestran inquietos ante la falta de Ejecutivo siete meses después de las elecciones.

Alberto II rechazó la dimisión anunciada la pasada de semana del mediador que nombró en octubre, el senador socialdemócrata flamenco Johan vande Lanotte, indicó el Palacio Real en un comunicado.

«El rey pidió a Vande Lanotte que tome cualquier iniciativa útil, en diálogo privilegiado con los presidentes de los dos mayores partidos, para salir lo antes posible de la parálisis política actual», destaca el comunicado.

«De esta manera, podrá preservarse el bienestar de todos los ciudadanos de nuestro país», añadió el Palacio Real, que precisó que Vande Lanotte aceptó volver a encargarse de la mediación.

El mediador real, que no ha sido capaz de lograr un compromiso entre flamencos y valones sobre la reforma del sistema federal en dos meses de negociaciones, tendrá en esta ocasión la ayuda de los dos hombres claves en la política belga: el independentista flamenco Bart de Wever y el socialdemócrata valón Elio di Rupo.

La N-VA de De Wever se impuso en las elecciones legislativas anticipadas del 13 de junio en Flandes y en el conjunto de Bélgica, mientras que Di Rupo fue el vencedor entre los valones.

Flamencos y valones tienen posiciones encontradas en torno al grado de autonomía de las regiones, que los soberanistas flamencos quieren aumentar al máximo. El estatus de la ciudad de Bruselas y la situación lingüística de los valones que viven en Flandes son otros obstáculos.