Solicitan que la política penitenciaria salga «de las claves de confrontación»
Impulsores de la iniciativa Egin Dezagun Urratsa, que logró reunir el sábado pasado en Bilbo a unas 64.000 personas, y Etxerat instaron ayer a que la política penitenciaria salga «de las claves de confrontación» hasta alcanzar parámetros para «una solución democrática».
Agustín GOIKOETXEA |
Una quincena de integrantes de la iniciativa Egin Dezagun Urratsa y familiares de represaliados políticos vascos comparecieron ayer en Bilbo para, tras el éxito «indiscutible» de la manifestación del pasado sábado, reclamar a quienes aún sustentan la actual política penitenciaria a que cambien de actitud.
En nombre de los reunidos, Oihana Lizaso y Txerra Bolinaga, en euskara y castellano respectivamente, instaron a un cambio «total» en el trato que se da a presos y sus familiares en las cárceles españolas y francesas. «La política penitenciaria -declararon- debe salir de las claves de confrontación y represión para adentrarse en unos parámetros que posibiliten una solución democrática».
«La política penitenciaria no puede convertirse en una condena que obligue a este pueblo a continuar en las mismas; al igual que ocurre con las medidas contra el Colectivo o la aplicación de facto de la cadena perpetua. Así -destacaron Lizaso y Bolinaga-, junto a la superación de las razones que generan y mantienen el conflicto, es necesario también superar sus consecuencias; entre ellas, el retorno de presos, presas, exiliados y exiliadas a casa».
Este emplazamiento lo hicieron después de recordar a la multitud -cifrada en 64.000 personas por GARA- que el sábado pasado marchó por las principales arterias de Bilbo. «Un hecho que demuestra a las claras que una mayoría amplia, plural y significativa considera necesario acabar con las medidas que se aplican a los y las presas políticas vascas. Y lo hace, además, de una forma activa y firme».
Por ello, exigieron que las medidas de excepción contra los represaliados cesen. «Deben de ser agrupados en Euskal Herria, dueños de sus derechos y con la posibilidad de tomar parte en el proceso político abierto», defendieron. Asimismo, denunciaron la actitud de la Audiencia Nacional española, que ahora parece empeñada, tras el «éxito» de la convocatoria, en «castigar la defensa de unos derechos que son gravemente vulnerados».
Pero no se quedaron en la mera valoración, también llamaron a que «el paso dado el sábado en Bilbao se extienda pueblo a pueblo para así hacer un camino imparable». Esta senda, aclararon, la del respeto de los derechos básicos de los encarcela- dos, consideran que se logrará «a través de la movilización social, la solidaridad, el compromiso político y la implicación institucional».
El último viernes
Para quienes comparecieron ayer, la perfecta demostración para llevar a la práctica la implicación en este terreno son las movilizaciones que todos los últimos viernes de mes impulsa Etxerat. «Que los últimos viernes no vuelvan a ser una movilización que únicamente compete a los familiares, queremos -incidieron- que sea... y va a ser, un perfecto escenario en el que se escenifique el compromiso y la voluntad de una mayoría amplia y plural de la sociedad».
La cita será el 28 de enero y, además, llamaron a la ciudadanía vasca a que llenen balcones, instituciones, comercios y cualquier rincón de banderolas en las que se exija la repatriación de los represaliados.
Como cada viernes, en muchas localidades vascas hubo movilizaciones en las que se reclamó el respeto a los derechos más básicos de los represaliados políticos vascos, que son vulnerados sistemáticamente por los estados español y francés, y se reivindicó su repatriación.
Así, en Ondarroa se concentraron 217 personas, en Lekeitio 117, en Berriz 30, en Ugao 39 y en Gatika 7; en Bilbo, frente a Sabin Etxea, 120; en Santutxu, para reivindicar la libertad de Juan Pablo Diéguez, 300; en Zornotza 90, en Aulesti 62 y en Mundaka 14. En Algorta tomaron parte en la encartelada 150, que se sumaron al homenaje con motivo del 5º aniversario de la muerte del refugiado Aitor Elortza.
En Zarautz, 315 vecinos participaron en la encartelada por los presos y luego se manifestaron para reivindicar la libertad de los últimos detenidos. En Orereta se movilizaron 240, Legorreta 17; Antzuola y Getaria 30; Oñati 60, Lezo 42, Bergara 72, Soraluze 56, Elgoibar 62, Lazkao 70 y Urretxu-Zumarraga 75.
En Iruñea fueron 310 los participantes, en Bera 22, Zizur 28, Berriozar 40, Lizarra 56, Barañain 44 y Etxarri Aranatz 55. En Gasteiz participaron en la encartelada 480 vecinos y en Amurrio 40.
El juez Pablo Ruz tomó declaración a los bertsolaris Josu Ormaetxea y Oihane Perea, que comparecieron ayer en la Audiencia Nacional por su actuación en un evento organizado por los Blusas en Gasteiz.
