El Abierto de Australia registró ayer varios sobresaltos en el torneo femenino. Justine Henin, finalista en la anterior edición, cayó ante la rusa Svetlana Kuznetsova (6-4 y 7-6(8)). La valona, operada en el codo el pasado año, ya había dado síntomas de dificultad en sus encuentros anteriores, sobre todo contra la india Sanda Mirza, ante la que necesitó tres sets. Otra ilustre, Venus Williams, cuarta favorita y con siete títulos del Grand Slam en su historial, abandonó sin llegar a completar el segundo juego de su partido contra la alemana Petkovic. La estadounidense, que ya fue asistida de su lesión en el muslo derecho el pasado martes, hizo gestos de fuerte dolor al intentar devolver una pelota de su adversaria. Después solicitó la presencia del médico de pista, tras conversar con él, felicitó a su rival y se marchó del recinto. El encuentro estaba con 1-0 y 30-0 para la jugadora alemana.

La situación impulsó a Petkovic a los octavos de final donde le espera Maria Sharapova. También avanzó hasta allí la número uno del mundo, Caroline Wozniacki, que busca un título que engrandezca su liderato.

Roger Federer recuperó la autoridad, puesta en entredicho en su anterior partido, para sobrepasar la tercera ronda frente a Xavier Malisse (6-3, 6-3 y 6-1). El suizo se anotó diez juegos consecutivos y dejó sellado el encuentro para prolongar su carrera hacia el quinto título aussi, algo que nadie logra desde Roy Emerson. Con 57, ya es el jugador con más victorias en la Era Open, una más que Edberg.