La huelga del 27 de enero en contra de la reforma de las pensiones, que el Gobierno español aprobará un día después, dejará claro una vez más el rechazo en Euskal Herria a las agresiones socioeconómicas contra los bolsillos y el futuro de los trabajadores. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha elevado el nivel de agresión. Si la crisis la generó el sistema financiero, ¿por qué tenemos que ser los trabajadores quienes la paguemos? Uno de los falsos argumentos que utiliza el Gobierno español es que dentro de cuarenta años las arcas públicas no serán capaces de pagar la nómina de las pensiones, si no se rebaja su cuantía. Hay que tener poca vergüenza, ser poco honesto y rendir pleitesía al poder económico para decir eso.

¿Cuántas veces oímos eso de que no hay dinero? Es cierto, no hay dinero para reducir la pobreza, pero a los bancos y cajas de ahorro se les entregan miles de millones y se les subvenciona precisamente para que eliminen empleo mediante prejubilaciones. Ya está bien. ¿Rodríguez Zapatero, sus ministros y los políticos de turno van a cotizar 37 años para tener el 100% de la jubilación? No. Tienen preferencia, pero a los demás nos elevan la jubilación y los años a cotizar para tener una pensión que será cada vez más baja después de decenas de años trabajando. Algunos, por desgracia, no tendrán esa suerte, se quedarán sin nada gracias a Zapatero, los banqueros y los políticos que dentro de unos meses nos pedirán los votos. No. Yo no se lo daré a esos, pueden abstenerse de enviarme los sobres a casa.

Y qué decir de los sindicatos. CCOO y UGT anunciaron a bombo y platillo que harían huelga, pero esa llama se apagó con un hilo de aire. ¡Qué frágil tienen la memoria! En 1985 hicieron una huelga contra el Gobierno de Felipe González porque para calcular la pensión se pasó de dos a ocho años; ahora nos dicen que se calculará sobre 20 ó 25 años; que tendremos que trabajar de forma obligatoria hasta los 67 años y que para recibir la pensión mínima necesitaremos 20 años. Todo esto no les parece una agresión suficiente. No me creo que los militantes de esas organizaciones piensen como sus «jefes». Creo que deberían salir a la huelga en Euskal Herria el 27 de enero.