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Laura Esteve: «Uno mismo no decide cuando un cuadro está terminado; es puro instinto»

La artista donostiarra recala en la galería Ekain Arte Lanak con «Pinturas Abstractas», una colección en la que predominan los ocres y la sutileza de las texturas, y en la que apuesta por la insinuación.

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Oihane LARRETXEA |

«En realidad no sabría explicar lo que significan mis cuadros, porque, al fin y al cabo, una abstracción es de libre interpretación. Cuando pinto no planteo ninguna idea concreta», así se expresa la artista Laura Esteve (Donostia, 1929) que, con la colección «Pinturas Abstractas», ha recalado de nuevo en su ciudad, concretamente en la galería Ekain Arte Lanak (c/Iñigo, 4). La muestra está compuesta por quince grandes lienzos y otros cinco de pequeño formato. Tratándose de una galería, todas las obras están a la venta, incluidos dos cuadros a los que la artista tiene mucho cariño. «Realmente me apenaría desprenderme de ellos», dice señalándolos.

En cuanto a la composición de las pinturas, predominan los colores neutros, serenos, que tienden al ocre, aunque la artista también se ha valido del negro, del amarillo o del azul añil e incluso, del fucsia. De todas maneras, éste último pigmento es una excepción, como si el rosa hubiera terminado en el lienzo por casualidad. «No soy de colores demasiado estridentes -aclara-, más bien de colores matizados, porque lo que me gusta son las veladuras, las transparencias, lo sutil». Por eso, la pintora es de las que apuesta por insinuar más que enseñar.

La elaboración de la colección se remonta a cuatro años atrás, el tiempo que ha necesitado para perfeccionarla, sin prisas y a veces, con pausas. «No pinto pensando en las exposiciones: pinto porque para mí es una necesidad». Confiesa, sin embargo, que hay veces en las que se producen lapsus, paréntesis que le pide el cuerpo para tomar aire y afrontar el trabajo desde otra perspectiva. Así, cuando termina el parón, llega un momento verdaderamente difícil: enfrentarse al lienzo, totalmente blanco, virgen. «Ahí está el quid de la cuestión y entonces das el primer brochazo para ver qué pasa. Tienes que lanzarte para que el blanco deje de imponerte». Para eso, basta con escuchar al propio cuerpo y descubrir qué color es el que necesita.

También hay que decidir cuándo está terminado. Pero, ¿cuándo hacerlo? «Hay muchos que no acabas de rematar nunca; es muy difícil de decidir». Confiesa que ha tenido obras aparcadas durante varios años y que al cabo del tiempo las ha retomado: «Tú no decides cuando hacerlo, es puro instinto».

Tras su paso por la galería donostiarra, en torno a Semana Santa Esteve viajará hasta Altea (Alacant) para llevar a cabo su próximo proyecto: exponer en la galería que el alemán Klaus Kramer regenta en la localidad costera.

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