Hay quien compara los movimientos preelectorales dentro del espacio abertzale en Nafarroa con una partida de ajedrez. Para otros sería más ajustado hablar de boxeo o de rugby. El caso es que la última jugada -léase también gancho a la mandíbula o intento de jaque- de Aralar, PNV y el grupo de Barkos ha sido lanzar la pelota al tejado de EA, a quien se exige tomar una decisión ya. Y todo se tensa además con la acusación a la dirección nacional de esta for- mación de haber «vetado» a Uxue Barkos para la Alcaldía de Iruñea. Pero ampliando el foco se observa cuál es el cuadro real de la cuestión:

Los vetos:

Curiosamente, la decisión del equipo de Pello Urizar de no colocar en la cabeza de lista para Iruñea a Barkos se ha vendido públicamente como un veto, en una unanimidad mediática más que sospechosa. Y resulta curioso porque fue precisamente la diputada-concejala la primera que sí expresó un veto. Cuando Aralar y EA habían mostrado cierta receptividad -desigual, eso sí- ante la oferta de alianza de la izquierda abertzale, el 18 de noviembre Barkos dejó claro que rechazaba cualquier confluencia. Fue el mismo día en que hizo otro tanto Iñigo Urkullu, presidente del PNV, que añadió que se saldrían de NaBai en ese caso.

El rechazo expreso de Aralar no llegó hasta el 5 de enero pasado, cuando Txentxo Jiménez dijo que zanjaban la cuestión de modo «definitivo». Algo que, por cierto, contrasta con las palabras pronunciadas ayer mismo en Donostia por su compañera Rebeka Ubera -secretaria de Organización-: «Aralar no pone vetos a nadie».

Los candidatos:

Con el intento de colocar a Barkos como candidata de EA llueve sobre mojado. Al igual que hace cuatro años, el reparto dentro de NaBai consiste en que Aralar nombra al cabeza de lista al Parlamento y a EA le compete hacer lo mismo en la capital. Entonces fue Zabaleta el elegido y luego se presionó a EA para que renunciara a alguien del partido -se habló de Begoña Errazti- para colocar a Barkos, y coló. Ahora ha ocurrido otro tanto. Pero curiosamente fue Maiorga Ramírez el primero en proponer que la diputada fuera esta vez cabeza de lista al Parlamento, ante lo que Aralar se apresuró a cerrar este flanco designando a Zabaleta. Luego lo ha mantenido ante las sucesivas demandas.

Parece, por tanto, que para algunos Uxue Barkos sólo puede ser cabeza de lista si ocupa uno de los puestos de EA... y aunque todo el mundo sepa que este partido tiene un pacto estratégico con esa izquierda abertzale con la que Barkos se niega a colaborar.

Los ultimatos:

El ultimátum lanzado ahora a EA tiene una fecha: el viernes. No es el primero, porque cabe recordar que Aralar ya puso el primero para el 15 de marzo de 2010, fecha desde la que ha llovido muchísimo a todos los niveles. Pero esta vez sí puede ser la última. Aralar, PNV y el grupo de Barkos -que se autodefinen como «las tres patas» de NaBai- han firmado ya un documento que termina con este párrafo: «En relación a acuerdos de entrada de otros partidos, quienes conformamos NaBai entendemos que no se dan las condiciones mínimas para considerar posibles nuevas incorporaciones para las próximas elecciones del mes de mayo». Pues si no es un veto, se le parece.

En este contexto, la izquierda abertzale ha pedido una reunión a NaBai, con cartas a cada socio. El grupo de Barkos recibió la oferta en una asamblea el día 14 y la votó allí mismo con este resultado: un voto a favor y 39 en contra (o sea, en contra de reunirse). La misma asamblea añadió que el ultimátum debía tener esta fecha: 30 de enero.