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Sánchez-Ostiz: «Me entra la risa cuando escribo novelas»

«Vivir de buena gana» es el último dietario publicado de Miguel Sánchez-Ostiz. Pensamientos e ideas surgidos en su Iruñea natal y durante su segundo viaje a Bolivia, que tiene gran presencia en su vida.
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M. LARRINAGA | DONOSTIA

Miguel Sánchez-Ostiz (Iruñea, 1950) ha probado todas las ramas de la producción literaria: ha escrito novela, poesía, ensayo... Y ayer presentó su último trabajo, un dietario que lleva por título «Vivir de buena gana» (Alberdania, 2011), «forzosa» continuación de «Sin tiempo que perder», con el que ganó el premio Euskadi de ensayo el pasado año.

«Vivir de buena gana» recoge sus reflexiones, estructurados en parrafos cortos, surgidas en el día a día entre su Iruñea natal y en su segundo viaje a Bolivia sin el cual no podría entender su vida: «Me costaría mucho dejar de viajar allá y meterme en la cultura boliviana», reconoció. Y, aunque el libro contenga algunos capítulos «más sombrios» -algo que a su parecer es necesario añadir en todo trabajo literario ya que la vida «tiene luces y sombras»-, su próposito es vivir, «vivir la vida como venga y de buena gana». Pensamiento que subraya en multitud de ocasiones en los párrafos de su último trabajo.

En aquel viaje conoció a gente de diferentes clases sociales y creencias políticas y, en consecuencia, pudo conocer a fondo la realidad boliviana de cada día. Por eso, Sánchez-Ostiz opina que la información que la sociedad manejamos sobre la situación boliviana es «nefasta». «No vemos la realidad. Bolivia sólo interesa cuando matan a alguien, cuando ponen cargas de dinamita... Si no tuviera ni dinamita ni sangre, no interesaría y no es justo», sentenció.

Conocedor de lo que ocurre en ese país, su opinión la reserva para los artículos que escribe para la prensa, pero ayer confesó que no siempre puede ser imparcial. «Intentas mirar hacia todos los lados, pero a veces no lo consigues».

En estos últimos años, su pasión por la literatura la ha enfocado hacia los dietarios, trabajo que, según explicó el navarro, le resulta más sencillo. «Antes las novelas me costaban poco; ahora me cuestan una barbaridad porque me entra la risa indefectiblemente, me cuesta creerme lo que estoy escribiendo. Gamberreo casi sin proponérmelo. Si cambio el tono del gamberreo, me cuesta; si el asunto es la burla, va todo derecho».

Vivirdebuenagana.com

Ese gusto por la escritura breve le ha empujado a crear su propio blog que actualiza a diario (http://vivirdebuenaga.blogspot.com). «A los blogs acudí con una prevención enorme. Cuando iba a empezar uno, me di cuenta de que también sirven para la calumnia amparada en el anonimato», explicó Sánche-Ostiz. Por eso, una de sus principales reglas en el mundo de internet es no responder a opiniones políticas anónimas. Pero, más allá de las dos únicas ocasiones donde ha recibido algún comentario de ese tipo, el blog le sirve para contactar más directamente con los lectores. «Me ha servido para presentar lo que hago». Además considera que es un ejercicio «que te impide tirar la toalla».

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