El joven de Galdakao que mantenía desde hacia diez jornadas una huelga de hambre en favor de un gaztetxe, abandonó la protesta después de que el alcalde, el jeltzale Joseba Escribano, se comprometiese a reunirse con los integrantes de la gazte asanblada antes de las elecciones municipales. «Nada ni nadie, ni siquiera el más autoritario de los alcaldes, será capaz de impedir que Galdakao, más pronto que tarde, tenga el gaztetxe que necesita y desea», declararon al anunciar el fin de la protesta.

El compromiso del alcalde saliente se produjo después de que una decena de jóvenes acudiese ayer al último pleno municipal ordinario del mandato, donde reivindicaron a través de las preguntas efectuadas a Escribano un local autogestionado por ellos.

A la conclusión de la sesión, el colectivo juvenil mantuvo un encuentro con el primer edil, por espacio de 45 minutos, en el que recibieron las promesas de diálogo de su parte. Desde que en la madrugada del 20 de marzo se procediese al desalojo del gaztetxe, un edificio en el parque de Máximo Moreno, por parte de agentes de la Policía Municipal, los jóvenes se han venido quejando de que las autoridades locales se negaban a hablar con ellos sobre su plataforma reivindicativa.

A pesar de no haber logrado aún un local, no ocultaron su satisfacción por la adhesión de muchos vecinos, jóvenes o no, a sus demandas. «Somos conscientes de que nos situamos en un largo camino», confesaron.