Patxi López realizó ayer un balance de sus dos primeros años al frente del Ejecutivo de Lakua, en el que no dudó en referirse a los datos del desempleo, un problema que afecta a 165.200 ciudadanos en Hego Euskal Herria. No obstante, trató de suavizar «la crudeza» del problema, y destacó que «resulta necesario mirar con perspectiva los datos».

De este modo, el lehendakari prefirió comparar la tasa de desempleo de Hego Euskal Herria (12,02%) con la del Estado español (21,29 %), en vez de mirar los datos de paro del conjunto de la Unión Europea, cuya media no supera el 10%.

Es más, valoró de manera positiva los datos publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA), ya que, en su opinión, dichos datos revelan que en 2010 el número de personas activas en la CAV creció en más de 20.000. «Pese al aumento de parados, no hay destrucción de empleo. Seguimos creando trabajo», añadió.

Por otro lado, López realizó un balance de las distintas actuaciones acometidas por su Gobierno durante estos dos años de legislatura. Un tiempo en que el PSE ha contado con el apoyo incondicional del PP, su principal garante en la Cámara de Gasteiz.

Para tratar de legitimar el pacto PSE-PP, el lehendakari recurrió al conflicto político, al subrayar que la CAV «ya no es el foco de enfrentamiento y de crispación que era antes», en alusión a los últimos mandatos de Juan José Ibarretxe.

Enumeró también los «logros» obtenidos por el frente unionista en el Parlamento autonómico, afirmando que, gracias a ese acuerdo, se ha conseguido detener a «140 miembros de ETA», incrementar la presencia de la Ertzaintza en las calles y fomentar la construcción del TAV.

Todas esas medidas, y otras como el reparto de ordenadores entre escolares de diez años, parecen haber tenido como resultado una primera parte de legislatura perfecta, ya que durante su comparecencia el lehendakari no citó ni un sólo defecto de gestión; a excepción del paro, un problema de «perspectiva».

Resto de legislatura

Entre los retos de su gabinete de cara a los dos años que teóricamente restan para la celebración de elecciones, López apostó por poner en marcha una serie de medidas en el campo fiscal que tengan como objetivo combatir el fraude y alcanzar una fiscalidad más progresiva.

Además, pretende impulsar reformas en las políticas sociales durante los próximos años. Según dijo, dicha pretensión tiene como finalidad «sostener» el estado del bienestar y dar cobertura «a aquellos que relamente lo necesitan».

Una opinión que contrasta con los hechos, ya que la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, no dudó a finales del pasado año en poner limitaciones a la concesión de la renta de garantía de ingresos (RGI).

Asimismo, durante los próximos dos años Patxi López tratará de «acabar con las duplicidades y solapamientos» que genera la existencia de las tres diputaciones forales. Unas instituciones que, en palabras del también secretario general del PSE, «bloquean el sistema y agotan los recursos» del Gobierno de Lakua.