Asociaciones feministas, sociales y sindicales como Bizkaiko Emakumeen Asanblada, Bilgune feminista, Andrea, Andere Bidatz, Plazandreok, ESK, ASADE, EBEL, DANDAI, EHGAM, LAB, ELA, STEE-EILAS, Arrats o SODePAZ, compartieron una rueda de prensa para mostrar su disconformidad con el decreto de Lakua publicado en el BOPV el pasado 24 de marzo.

A través de este decreto, la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, ubicada dentro del Departamento de Interior, asume la coordinación de todos los recursos que la Administración ha dispuesto para atajar la violencia machista con la denominada «ventanilla única». Unos recursos que además, en opinión de estas organizaciones, han sido insuficientes hasta el momento.

La representante de Plazandreok Juana Aranguren se preguntó qué es lo que puede haber detrás de los recursos de Lakua en materia de violencia para que éstos pasen a estar «bajo la coordinación, es decir, bajo el control de la Policía. ¿A quién se le ha ocurrido semejante disparate?».

Según se recoge en el decreto, será la Dirección de Atención a las Víctimas de Violencia de Género la encargada de asesorar y atender no sólo a las mujeres afectadas, sino también a los profesionales o asociaciones que llevan años trabajando en la materia. Por ello, estos colectivos no entienden cuál puede ser el objetivo de Lakua.

Indicaron que la Ertzaintza tiene suficiente trabajo en su propia institución protegiendo con eficacia a las víctimas de violencia de género, y también «para que no se produzcan agresiones sexistas ni sexuales en las comisarías, dado que, por desgracia, tales deplorables prácticas todavía no se han erradicado». En opinión de estas asociaciones, ése debería de ser el trabajo de dicha dirección: actuar como el organismo de igualdad de la Consejería de Interior, «no más».

Coordinación eficiente

Las asociaciones manifestaron que sí están a favor de una ventanilla única que tenga como objetivo coordinar la atención a las mujeres víctimas de violencia machista, «que evite la doble o triple victimización que permita mejorar lo que ya existe y avanzar hacia la tan deseada erradicación de la violencia machista». Pero insistieron en que su ubicación en la Consejería de Interior es un claro retroceso.

Ya existen mecanismos de coordinación a nivel de la CAV, el primero firmado en 2003 y el segundo en 2009. Su función ha sido justamente coordinar todos los mecanismos. Indicaron que la virtud de estos acuerdos ha sido, precisamente, que en ellos se hallan representadas todas las instituciones involucradas en la atención a la mujer.