Al gran ideólogo de Lezama, Piru Gainza le achacan la frase de que «lo mejor para reactivar la cantera era una postguerra». La reflexión la rescató ayer el presidente del Athletic, Fernando García Macua, en el adelanto de las primeras impresiones de lo que está siendo el bautizado como Proyecto ``Lezama XXI'', que pretende no sólo analizar el funcionamiento pasado y actual de la factoría rojiblanca, sino aportar elementos de análisis para optimizar al máximo el vivero del que se surte el equipo. «Lezama funciona razonablemente bien», sintetizó el coordinador del estudio, el experto en metodología del deporte Fernando Sánchez Bañuelos, pero como con los jugadores con que se trabaja, queda margen de mejora.

De las cuatro fases de que consta esta disección exhaustiva de Lezama, las dos primeras -la descriptiva y el diagnóstico- son las que se dieron a conocer ayer, en presencia también del coordinador de la cantera, Jabo Irureta. Un perfil, el del irundarra, del que Sánchez Bañuelos dijo que «es el adecuado para el cargo que ocupa».

Uno de los apartados que más `titulares' dejó en esta comparecencia fue el relativo a la captación y formación de jugadores. «Ahora los chavales son más técnicos y menos competitivos que los de antes. Hace falta una nueva capacidad de sufrimiento», cuestionó el autor del informe, quien abogó por «propiciar un mayor espíritu competitivo de los jugadores», lo que debería traducirse en «un sistema de captación más exigente de lo que es ahora».

A juicio de Sánchez Bañuelos, los chavales de hoy están mucho más acomodados y el atractivo de la profesionalización deportiva ya no es el de antaño. La necesidad de una postguerra, que diría Gainza. Así las cosas, el estudio subraya la necesidad de «afinar mucho más en la selección», máxime en un club de cantera como el Athletic. También se propone «priorizar» la participación en esa selección de los ojeadores del club, y se alerta sobre la política viciada de «incorporar al madurador precoz», es decir, al chaval que a edades tempranas se desarrolla físicamente antes que otros.

Sugerencias nacidas a partir de los propios técnicos de Lezama, que también tienen claro, y bastante adelantando, el plan de imponer a partir de la próxima temporada un estilo de juego para todos los equipos de la cantera, en todas las edades.

Fue en este punto donde el propio Jabo Irureta confirmó que así se hará y, aunque no quiso adentrarse en cómo será ese patrón, sí que deslizó que imperará el que a él más le agrada: «Que el balón pase por el medio campo». Incluso llegó a asegurar que Caparrós en el primer equipo esta temporada «ha estado cerca del sistema que queremos implantar».

Pero no sólo hay recomendaciones para las categorías más tempranas, y es que los responsables de Lezama se cuestionan el porqué esos jugadores que lideran sus competiciones cada año, luego al llegar a juveniles, Basconia o Bilbao Athletic, fallan en su salto a la profesionalización. «Tenemos campeones juveniles que luego se nos quedan. Existe un déficit en esa última fase formativa y por eso queremos reforzarla», reconoció el propio García Macua.

La solución vendrá dada a partir de la nueva temporada por la creación de un equipo de profesionales «de prestigio» que hará un seguimiento detallado de cada uno de esos jugadores, y cuya composisión se dará a conocer en su día.

Comparar con otras canteras

Hecho el diagnóstico, al proyecto ``Lezama XXI'' le restan ahora dos fases más de análisis. Una será la comparativa de lo que aquí se hace con lo que otros hacen en otras canteras del mundo; la otra, las sugerencias para un plan estratégico de futuro.

«El sentido común y el adaptarse a las necesidades se ha mantenido siempre en 40 años de Lezama», concluyó Sánchez Bañuelos. Este proyecto debería garantizar otros 40 años o más.