CCOO denuncia que cuatro directivos de Cromoduro se reparten medio millón
CCOO denunció ayer que los cuatro directivos de la empresa Cromoduro, que cerró y dejó en la calle a 130 trabajadores de Bilbo y a 30 de Barcelona, se repartirán 500.000 euros, mientras los trabajadores «no tienen en este momento garantizada la indemnización».
Juanjo BASTERRA |
La Federación de Industria de CCOO de Euskadi denunció ayer mediante un comunicado «el saqueo que se ha producido con motivo de la liquidación de la empresa de componentes de automoción Cromoduro».
Según explica la central sindical, los cuatro directivos de la dirección «se van a repartir una cantidad de 500.000 euros en indemnizaciones a pesar de que la plantilla no tiene asegurado de momento el cobro de sus compensaciones por los despidos». Como indica CCOO, la alta dirección de la empresa la forman cuatro personas: el gerente y tres miembros de la familia Retolaza, propietaria de la empresa. Añade que solicitaron en este proceso de liquidación que la familia Retolaza «renunciara a la indemnización o, al menos, que se limitara a un máximo de 80.000 euros la cantidad que podían percibir los directivos».
También planteó un sistema de pago de las indemnizaciones para que se priorizara la entrega a los trabajadores frente a la dirección, pero fue en vano. «Es decir, que a medida que la venta de los terrenos, pabellones y maquinaria fuese generando liquidez, fuese la plantilla la que se llevara la mayor parte del dinero de forma preferencial», precisó el sindicato.
La central que dirige Unai Sordo también criticó a los sindicatos UGT y ELA, porque «de forma increíble, se han opuesto a la propuesta que hicimos y han apoyado la fórmula auspiciada por la empresa, que contempla la citada indemnización de 500.000 euros para la alta dirección y un sistema de pago que no otorga prioridad a la plantilla».
A su juicio, «es vergonzoso que, tras haber cerrado la empresa tras un proceso de deslocalización a Marruecos, la dirección se vaya a llevar este regalo, sustrayéndolo del dinero que corresponde a los trabajadores y que todavía tienen dudas de si llegarán a cobrar las indemnizaciones». CCOO de Euskadi sostiene que la plantilla afronta «un futuro laboral muy pesimista» y que una docena de los 130 operarios de la planta ubicada en Bilbo son mayores de 55 años, con lo que tienen difícil una recolocación laboral.
Además, debido a los sucesivos ERE temporales que ha atravesado la compañía desde 2008, la plantilla «ha agotado ya entre 8 y 12 meses de su periodo de percepción del desempleo, lo que se añade a esa situación difícil de quedarse en paro».
La empresa cerró y dejó en la calle a 130 trabajadores de Bilbo y otros 30 trabajadores de Barcelona, pero ha trasladado su producción a Marruecos. Por lo que CCOO no entiende que se premie a la dirección.