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NUEVA DIRECTORA GERENTE DEL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

Christine Lagarde asume las riendas del FMI con Grecia como prioridad

La francesa Christine Lagarde asumió ayer las riendas del Fondo Monetario Internacional (FMI) con una repleta agenda de trabajo en la que Grecia ocupa un lugar destacado. No en vano anunció que en breve iniciará los contactos con las instituciones europeas para encauzar la crisis de la zona euro. Para evitar escándalos como el de su antecesor, el contrato especifica que deberá seguir «los más altos estándares de conducta ética» y evitar cualquier «apariencia de conducta inapropiada».

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GARA | WASHINGTON

La ex ministra francesa de Economía tomó posesión de su cargo apenas cinco días después de que el Consejo Ejecutivo del FMI la seleccionara, el 28 de junio, como sustituta de Dominique Strauss-Kahn, quien renunció en mayo tras ser detenido y acusado de intentar violar a la empleada de un hotel neoyorquino.

Lagarde fue recibida a su llegada a la sede del FMI por el hasta ahora director gerente en funciones, el estadounidense John Lipsky, y el decano del consejo ejecutivo del organismo multilateral, el egipcio Shakour Shaalan.

Lagarde, de 55 años, se reunió con los empleados del Fondo, a quienes prometió trabajar duro para superar el difícil momento por el que atraviesa el organismo tras el escándalo provocado por la detención del exdirector gerente Dominique Strauss-Kahn. Precisamente, la francesa Tristane Banon interpuso ayer una demanda contra el exdirector generente del Fondo al que acusa de intento de violación en 2003. El sensacionalista diario The New York Post, sin embargo, informó de que la Fiscalía de Nueva York retirará todos los cargos.

«Sé que los recientes acontecimientos no han sido particularmente agradables para ninguno de vosotros ni para la institución en su conjunto», afirmó Lagarde en un correo electrónico enviado a los empleados, al que tuvo acceso la cadena de televisión estadounidense CNN.

«Trabajaré realmente duro para superar ese mal trago y asegurarnos de que concentramos nuestros esfuerzos en la dirección correcta, que consiste en generar un trabajo excelente con un buen esfuerzo colectivo», añadió Lagarde.

La primera mujer que dirigirá el Fondo asume el cargo en medio de una gran incertidumbre en Europa por la crisis en Grecia, la inestabilidad en Oriente Medio, las señales inflacionarias en los países emergentes y un fuerte repunte en los precios de las materias primas.

El diario interno de la institución señalaba que «un programa de trabajo muy cargado espera a la nueva directora general del FMI», previendo para Lagarde «difíciles decisiones estratégicas para promover la recuperación económica mundial y encauzar la crisis en la zona euro». En ese sentido, subraya que la crisis financiera de Grecia serán la principal prioridad de la nueva directora general.

En el momento de su toma de funciones, el FMI publicó su contrato de trabajo, según el cual, Christine Lagarde cobrará un salario anual de 467.940 dólares (323.234 euros), más un subsidio para gastos de representación (sin justificantes) de 83.769 dólares (57.858 euros), lo que eleva su retribución como máxima dirigente de la institución a 551.709 dólares (381.092 euros). Al tipo de cambio actual, esto representa cerca de 31.700 euros al mes. Esta suma no está sometida a ningún impuesto, gracias al estatuto de funcionario internacional.

De esta manera, el salario de Lagarde supera ampliamente el que cobraba hasta ahora como ministra de Finanzas en el Gobierno francés. Según recoge la prensa francesa citada por Efe, recibía un salario bruto anual de 161.652 euros, como todos los ministros, a los que había que sumar otros 4.095 euros mensuales que cobraba por haber sido concejal en el Ayuntamiento de París.

Strauss-Kahn firmó un salario anual de 420.930 dólares, al que se sumaba un complemento de 75.350 dólares. Según el FMI, el ajuste actual se debe a la evolución de los precios en el área de Washington DC.

Exigencia de «conducta ética»

Aparte de las condiciones económicas, y para tratar de evitar escándalos como el protagonizado por Strauss-Kahn, el contrato especifica que su sucesora deberá seguir «los más altos estándares de conducta ética», con «integridad, imparcialidad y discreción», y que deberá evitar cualquier «apariencia de conducta inapropiada».

Ninguna de estas exigencias aparecían en el contrato que firmó Dominique Strauss-Kahn, a quien se le exigía como única condición «seguir los estándares de conducta aplicables al personal del FMI».

A Lagarde también se le hace esta recomendación, pero además se le insta a participar «de vez en cuando en los programas de entrenamiento ético» que son obligatorios para el personal.

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