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udate: LITERATURA

La mentira

Carlos GIL I Analista cultural

Más que un oficio de tinieblas es un oficio de obsesiones. Estalla en tu cabeza una palabra y hasta que no la ves convertida en la parte fundacional de un sintagma, rebota, se disfraza, se esconde y reaparece convertida en obligatoria. Ahoga cualquier otra manera de establecer un orden regulado entre el pulso vital y la realidad. Puede ser amor. Puede ser patria. Puede ser mentira. ¿Es mentira la mentira? ¿Hay mentiras verdaderas?

La asunción de cualquier noción de arte se basa en una convención que parte siempre de una mentira, o de la aceptación de una verdad representada más allá de cualquier juramento. No existe mejor definición que el título del cuadro de René Magritte, `Esto no es un pipa', en la que se ve una pipa. El poeta aseguraba que amargaba la verdad y había que escupirla de la boca, pero de la mentira colocada como un pecado capital, solamente sabemos que tiene un sabor agridulce. Lo sueños, ¿son verdad o mentira?

La historiografía se basa en fundamentar las mentiras narradas en verdades sobrevenidas. Los amanuenses no certifican, se dedican a aplicar una sintaxis verosímil al parte de guerra del vencedor, donde la verdad está ausente por orden de la autoridad competente. Entonces la mentira pertenece más a nuestra identidad cultural que la verdad, que la tenemos revelada, pero no constatada.

Nos guiará en la disyuntiva ética el arte. No se trata de una argumentación propagandística para aliviar neurosis colectivas, sino acercarse a la realidad con la mirada transformadora exenta de valor de cambio. Si todo se trata del cristal con que se mira, cambiemos el cristal. O de canal.

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