Las carreras y sobre todo la F1 tienen la habilidad de cambiar la historia de la noche a la mañana. Todo puede cambiar muy rápido. El año pasado los equipos acudían a Inglaterra con melancolía, pensando que era el último GP que se celebraba en Silverstone. Todos estaban preparados para despedir a uno de los circuitos más míticos. Por suerte, el GP se sigue celebrando en Silverstone. Este año el ambiente es más festivo, los ingleses tienen ganas de celebrar dentro y fuera de la pista.

El circuito ha sido modificado en el último año, con un nuevo pitlane en una zona distinta del circuito. Esto significa que Abbey se convierte ahora en la curva 1, y la verdadera emoción se sitúa un poco más allá en la estrecha curva de derechas de Village. Brooklands se convierte en la curva 6 y se mantiene intacta, lo cual es bueno al ser un punto donde siempre suceden muchos adelantamientos. Es donde Alonso ha pasado a Hamilton en la vuelta 23 con el DRS.

Seguro que Vettel llegó a Silverstone con la idea de aumentar su cómoda ventaja de 77 puntos en el campeonato. Con 6 victorias de 9 posibles, hasta ahora sólo los McLaren habían sido capaces de arrebatarle las carreras de China y Canadá. Hoy Alonso ha vuelto a ganar después de mucho tiempo. Esto demuestra que están recuperando el terreno perdido rápidamente. Realmente esperábamos que Ferrari sufriría un poco más en esta carrera por las bajas temperaturas y el neumático duro, como les sucedió en Barcelona. Ferrari prefería el compuesto medio para Silverstone, en cambio Pirelli decidió que el duro se adaptaba mejor a este circuito.

Habrá sido una carrera muy difícil para los equipos seguramente. Con el circuito semimojado y el cielo bastante gris del siempre espléndido verano inglés. Una de esas carreras en las que es importante mantener la calma y no cometer ningún error. Esto se aplica por supuesto a los pilotos, pero también a cada uno de los miembros de los equipos.

La presión es inmensa y el nerviosismo les lleva a cometer errores. Lo hemos visto hoy con fallos de mecánicos de Sauber, RedBull y McLaren. A más de uno le costará dormir hoy. Pero parece que nos acordamos de ellos sólo cuando cometen errores, lo cual no me parece correcto. Siempre están ahí y sin su trabajo nada funcionaría. Muy pocas veces se cometen errores. En todo caso lo cierto es que una parada lenta por un error de un mecánico te puede costar la victoria, como le ha sucedido a Vettel. De todas formas no creo que haya sido el único motivo de la victoria de Alonso. Han ganado por méritos propios y porque han logrado que los neumáticos blandos funcionaran mejor en el Ferrari que en el resto de los coches. Ni los RedBull ni los McLaren han tenido su mejor día hoy. Más que toros, los RedBull parecían hoy cabestros.

La verdad es que la velocidad del Ferrari se ha hecho notar más que nunca hasta ahora esta temporada. ¿Tendrá que ver con la prohibición de los difusores soplados? Probablemente esté relacionado. Lo que está claro es que Ferrari es el que menos tiene que perder en lo que queda de campeonato. Seguirán trabajando sin perder la calma, y todo lo que aprendan del coche de este año lo usarán seguro el año que viene.

Tienen algo a su favor, y es que en RedBull podrían empezar a ponerse nerviosos. Lo vimos con Vettel en Canadá cuando perdió la victoria en la última vuelta. Y lo hemos vuelto a ver reflejado hoy en las instrucciones que le daban a Webber en la última vuelta para «mantener su posición». Realmente no lo entiendo porque Vettel tiene suficiente ventaja como para ir administrándola a lo largo del año sin arriesgar en exceso. Lo que está claro es que hay campeonato.