El Grupo Internacional de Contacto sobre Libia, que reúne a más de 40 países y organismos internacionales, aprobó ayer reconocer al Consejo de Transición libio (CNT, principal autoridad rebelde) como «autoridad gobernante legítima» en el país norafricano, dando por hecho que Muamar Gadafi abandonará el poder «en las próximas semanas,», tal y como señalaron los ministros de Exteriores italiano, Franco Frattini, y del Estado francés, Alain Juppé. Las potencias occidentales ya están elaborando una hoja de ruta para la institucionalización de la Libia post Gadafi y han nombrado como mediador al enviado especial de la ONU, Abdelilah al Jatib, al tiempo que exigían un alto el fuego permanente. El coronel, sin embargo, restó importancia a esta declaración asegurando que «no tiene ningún valor». Por el contrario, el líder rebelde Mustafa Abdulyalil se mostró satisfecho y aseguró que «ahora estamos más determinados a deshacernos de Gadafi», al tiempo que remarcaba la importancia de los apoyos económicos que planean las potencias occidentales.

El primer paso de la hoja de ruta aprobada ayer es un llamamiento para que Gadafi abandone el poder y que las negociaciones entre el gobierno de Trípoli y los rebeldes puedan desarrollarse. La marcha del coronel es condición «sine qua non» para que los rebeldes se sienten junto a representantes del actual régimen. En principio, su plan implicaría establecer una mesa de negociación con tres representantes del régimen libio junto a tres del CNT que debería desembocar en un proceso de reconciliación nacional y en la creación de un gobierno interino de unidad, que velaría por la redacción de una nueva constitución democrática y la celebración de elecciones. Según informó Juppé a la prensa, en el momento de inicio de las negociaciones, una vez sin Gadafi, se establecería un alto el fuego que sería verificado por la ONU y la Unión Africana.

El apoyo económico a los rebeldes es otra de las estrategias pactadas por el Grupo de Contacto. El CNT demanda dinero urgentemente después de cuatro meses de guerra, así que recibirá nuevas ayudas procedentes de Turquía (200 millones de dólares), Qatar (100 millones) y Bahréin (5 millones). Además, Italia aportará 250 millones en efectivo y otros 100 en combustible. El Estado francés podría llegar a aportar hasta los 250 millones. Además, el reconocimiento del mando rebelde por parte de EEUU les permitiría acceder a los 34.000 millones de euros que se mantienen congelados en Norteamérica.

La mayor parte de este dinero será avalado con parte de los fondos del régimen de Gadafi congelados en diferentes países, una medida que fue aprobada ayer en Estambul. Los anuncios de voluntad de mediación no han parado los bombardeos de la OTAN, que mantendrá su operativo militar incluso durante el mes de Ramadán.