Tras dejar el ciclismo por la puerta de atrás por un caso de dopaje, en 1998 empezó a trabajar como director en distintos equipos daneses como el Chicky World, el Fakta y el CSC-Saxo Bank. Pese a su relación con equipos daneses, ha vivido en Luxemburgo más tiempo que en Dinamarca. Eso le ha ayudado a tener una relación de confianza con los hermanos Schleck, que llevó a que el año pasado le propusieran montar un equipo profesional con ellos en el Ducado, impulsado por el magnate luxemburgués Flavio Becca. Kim entiende que Bjarne Riis se disgustara con él, pero tiene claro que «me presentaron una oportunidad a la que no podía decir que no».

¿Qué ha cambiado para usted al pasar de ser el ayudante de Bjarne Riis a convertirse en máximo responsable del Leopard?

Para mí hay un cambio, pero antes también tenía un buen puesto con mucha responsabilidad. Bjarne era el gran patrón y era la cabeza visible del equipo, pero yo trabajaba mucho allí. Pienso que la gran diferencia es que si el proyecto no llega a marchar bien yo sería más responsable que si fuera sólo un director deportivo como antes.

¿Fue difícil la ruptura con Bjarne Riis, que decidió que dejara el Saxo Bank antes del pasado Tour porque se encargaba de formar otro equipo con los hermanos Schleck?

Aquello fue normal. No podía hacer el Tour con Saxo Bank y además trabajar como cabeza visible para formar otro equipo. Estoy seguro de que a Bjarne no le gustó todo lo que pasó entonces, pero tenía una oportunidad en mi vida a la que no podía decir que no. Pero después de aquello tratamos con normalidad. Por ejemplo le felicité cuando nos ganaron el Tour de Flandes, no hay problemas entre nosotros.

¿Son el mejor equipo del Tour con la base del equipo de Saxo Bank del pasado año?

Gran parte del equipo ha venido y pienso que lo hemos completado con corredores que pueden ayudar a este grupo. Pero no son todos los que han venido del Saxo Bank los que hacen el Tour ni tampoco nos hemos limitado a eso. Tenemos un buen equipo para el Tour, pero también quisimos ayudar a Fabian para las clásicas flamencas. Cuando decidió venir con nosotros entendimos que debíamos apoyarle e hicimos un esfuerzo para rodearlo y estoy contento. Bennati hizo un buen trabajo. Fabian no ganó las clásicas, pero ha hecho buenas actuaciones.

¿Cómo ha sido el proceso de formación del Leopard?

Flavio Becca tomó la iniciativa de montar un equipo en Luxemburgo. Es un hombre al que le gusta el ciclismo, un gran hombre de negocios en Luxemburgo, que pensaba que era un buen proyecto un equipo ciclista. Estaba en el fútbol y en otros deportes, le gusta mucho el deporte. Yo vivo en Luxemburgo desde hace tiempo, desde que terminé mi carrera como ciclista. He pasado más años en Luxemburgo que en Dinamarca. Así comenzó y todo fue rápido.

¿Y antes de tener un nombre ya eran el primer equipo en el ranking deportivo?

Cuando comenzamos no sabíamos que podíamos ser los primeros en ese ranking. No buscábamos conseguir eso, lo que queríamos era formar un grupo que pudiera apoyar bien a Frank y Andy en el Tour y más corredores para completar el equipo. Al final conseguimos un gran conjunto. Además, con los cambios que había en otras escuadras, ha habido mucha confianza en este proyecto, muchos corredores han confiado en mí y me siento muy contento con el equipo que hemos formado. Queríamos haber ganado alguna carrera más al comienzo, hemos tenido muchos segundos y terceros puestos, pero en general todo ha ido bien.

¿La viabilidad del proyecto está asegurada sin la llegada del sponsor que se buscaba?

No tenemos necesidad de un sponsor para la viabilidad de este proyecto. Es un gran equipo y cuesta dinero, pero no me ocupo de eso. Me encargo del lado deportivo, hay un manager que se encarga con Becca de las finanzas. Buscamos un sponsor, pero el maillot es muy bonito tal como está.

Tras correr el Giro y las caídas, Frank y Andy han conseguido ventaja sobre Contador...

Pero vimos el año pasado que Andy y Contador estaban casi igualados si no le llega a saltar la cadena. Andy demostró que cada vez está más cerca de Contador y yo quería que Alberto estuviera en el Tour para poder ver su progresión. También Frank estaba el año pasado en una superforma y se cayó en la tercera etapa. Pueden pasar muchas cosas, pero por el momento toda va bien y esperamos que continúe así.

Quedan todavía los Alpes y una crono de 41 kilómetros...

El recorrido nos viene porque solo hay 41 kilómetros de contrarreloj individual y además es bastante dura, aunque habrá que llegar con tiempo allí.