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NACIONES SIN ESTADO EN EUROPA

El independentismo aragonés avanza en referencialidad

Tras la celebración de las jornadas Esfendamos A Tierra en Artieda, el autor realiza una análisis de la situación que vive la izquierda independentista aragonesa, un movimiento que avanza en referencialidad, año tras año, en el país vecino La lucha contra los proyectos de grandes pantanos, como Esa (Yesa), Biscarrués o Mularroya y la defensa de la lengua y la cultura propia son dos de los principales ejes de actuación de la izquierda independentista aragonesa.

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Martxelo DÍAZ

La izquierda independentistas aragonesa, integrada en el Bloque Independentista de Cuchas (Izquierda), acaba de celebrar, del 15 al 17 de julio, las jornadas Esfendemos A Tierra (Defendamos la Tierra) en la localidad de Artieda, en la comarca de la Chacetania. Es una cita que cierra el curso político del independentismo aragonés y que año tras año va ganando referencialidad, alcanzando en 2011 su quinta edición.

La elección de Artieda como lugar para la celebración de las jornadas no es casual, ya que esta localidad es un referente en la lucha contra el recrecimiento del pantano de Esa (Yesa).

Precisamente, la lucha contra los grandes proyectos de pantanos es una de las líneas de actuación del independentismo aragonés. Entronca con una larga trayectoria de defensa del territorio ante el colonialismo español, que ha utilizado Aragón como fuente de recursos para llevar la riqueza a otras zonas del Estado español mientras pueblos y valles eran condenados a la marginación y a la despoblación.

Artieda, y el resto de la comarca, ya sufrieron este fenómeno en la década de 1950, cuando se construyó el actual pantano de Esa, que provocó la destrucción de pueblos como Tiermas, cuyas estructuras aparecen fantasmagóricas cuando baja el nivel del pantano.

Sesenta años después, la historia se repite y el proyecto de recrecimiento de Esa obliga a la desaparición de las localidades que lograron sobrevivir en una zona carente de cualquier servicio que en las ciudades consideramos básico.

Pese a los recortes impuestos por el Gobierno español a los derechos sociales, el Consejo de Ministros aprobó a comienzos de julio una dotación de cien millones de euros para el recrecimiento de Esa. Ese mismo día se aprobaron partidas similares para otros pantanos aragoneses, como el de Biscarrués (Plana de Uesca) o Mularroya (Val de Xalón), que también despiertan una gran oposición popular. Todos estos embalses se enmarcan en la política de grandes trasvases impulsada por el Estado para fomentar una agricultura insostenible y un turismo basado en campos de golf en zonas del Mediterráneo.

La presencia de las coordinadoras que luchan contra estos proyectos en Artieda estuvo precedida por la celebración por parte del sindicalismo soberanista y socialista aragonés del Primero de Mayo en Ayerbe para denunciar que el pantano de Biscarrués acabará con los puestos de trabajo creados en el turismo de respeto ecológico en una zona con joyas naturales como los Mallos de Riglos.

Artieda es también la primera localidad aragonesa con un concejal de la izquierda independentista, logrado en las pasadas elecciones de mayo. Es un primer paso y a algunos puede parecerles pequeño, pero es una muestra del trabajo que han hecho los militantes de la izquierda independentista en los últimos años, con una clara opción anticapitalista y socialista frente a una clase política cada vez más alejada de las reivindicaciones populares.

El hecho de que el movimiento independentista aragonés haya sido capaz de organizar unas jornadas como Esfendemos A Tierra por quinto año consecutivo con una asistencia cada vez más numerosa es una muestra de su crecimiento.

Preparar en una zona desasistida de servicios un festival de tres días de duración, con comidas populares para cerca de 200 personas, con alojamientos y zonas de acampada, un concierto en el polideportivo con grupos como Eina o el retorno a los escenarios de Mallacán, charlas sobre los proyectos de pantano, un trivial antipatriarcal y numerosas actividades más requiere de una organización engrasada y capaz, un estadio al que ya ha llegado la izquierda independentista aragonesa.

Dentro del Bloque Independentista de Cuchas, la herramienta de coordinación del soberanismo aragonés creada en 2004, se integran Puyalón de Cuchas, la organización política; Purna-A Chobenalla Reboluzionaria y Independentista (ACRI), el organismo juvenil; A Clau Roya (La Llave Roja), cuyo objetivo es visibilizar la lucha feminista y antipatriarcal; y A Enrestida, un colectivo antifascista, antirracista, antihomófobo, antisexista y solidario con otros pueblos que defiende, además, la cultura popular aragonesa. Junto a ellas, se encuentran organizaciones colaboradoras el sindicato SOA-STA y el colectivo estudiantil Unibersidá Coleutibo Aragonesista.

La defensa de la lengua aragonesa es otro de los ejes de actuación de la izquierda independentista. Se trata de una lengua en extremo peligro de desaparición, según los criterios de la Unesco. Se estima que únicamente hablan esta lengua entre 10.000 y 30.000 habitantes, de un población total de 1.300.000 en Aragón. Junto a ello, defiende el catalán como lengua aragonesa, ya que se habla en las comarcas del este del país.

Estos idiomas están regulados por la llamada Ley de Lenguas de Aragón, de 2009 y que establece una mínima protección y reconocimiento de zonas de predominio. Sin embargo, no introduce el concepto de oficialidad. Esta mínima protección puede desaparecer, ya que la nueva presidenta aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, del PP y que gobierna con el apoyo del derechista PAR, anunció nada más ser investida que una de sus primeras medidas sería derogar la Ley de Lenguas para evitar la «imposición de la normalización» de aragonés y catalán.

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