Tras otra dura semana de dobles sesiones de entrenamiento, la Real tendrá esta tarde en Azpeitia (Garmendipe, 18.00 horas), otras prueba para poner en práctica el nuevo estilo de Philippe Montanier, en el amistoso organizado a favor del Kilometroak. Tras mostrar algunos detalles ante el Beasain, la exigencia sube un peldaño esta tarde ante el Ajaccio corso, que acaba de ascender a la Primera División del fútbol francés.

Para este partido, el técnico realista no podrá contar con jugadores importantes como Xabi Prieto, Demidov y Markel Bergara, que arrastran distintos problemas físicos. El que no podía faltar a la cita de esta tarde era Mikel Aranburu, que estará en el campo en el que comenzó a jugar a fútbol, una vez que ha superado el proceso febril que lo ha tenido de baja los últimos días. «Siempre es bonito jugar en tu pueblo, y además es una cita bonita a favor del Kilometroak, ante un rival de la Ligue 1. Se agradecen los partidos de pretemporada después de tantas sesiones de entrenamiento», afirmó tras entrenar con el resto del equipo en Zubieta.

Adaptándose

el centrocampista azpeitiarra apuntó que, tras dos semanas de entrenamiento, el equipo «poco a poco» se va adaptando al nuevo técnico Philippe Montanier. «Nos vamos conociendo, vamos viendo las ideas que tiene él de cara a este año, preparándonos y superando fases que hay que pasar», señaló.

A su juicio, aunque «en algunas cosas quizás sean ideas diferentes con respecto al año pasado», precisó que «en el fútbol de lo que se trata en definitiva es de intentar mantener la portería a cero y luego llegar en las mejores condiciones posibles al área contraria. A ver si entre todos somos un equipo seguro atrás y con recursos arriba».