Tras casi dos semanas de juicio en la Audiencia Nacional de Madrid, ayer al mediodía terminó el juicio contra los dieciséis jóvenes (Imanol Sagarzazu fue exculpado en la primera sesión del juicio oral) de Oarsoaldea que fueron detenidos en 2008 y que están acusados de pertenecer a Segi. La quinta y última sesión estuvo marcada por las conclusiones que expusieron los cinco abogados de los jóvenes y en las que pidieron la absolución de sus representados.

Además, pasadas las 15.00 y al termino de la sesión, el juez Javier Gómez Bermúdez dictó que los tres jóvenes encarcelados en Soto del Real desde el 18 julio por no asistir el primer día de juicio a la Audiencia Nacional española, quedaban libres. Por lo que la alegría fue notable entre los imputados y sus acompañantes. Hasta Soto del Real se acercaron tanto los demás encausados como familiares y amigos de estos. Todos ellos sin saber exactamente cuándo llegaría el momento de la liberación. Esperaban poder tomar cuanto antes el camino de vuelta a Euskal Herria, donde estaba previsto un acto de bienvenida en Oiartzun.

Oihana Mujika, Egoitz Urbe e Iker Zabala fueron detenidos a las 20.00 del lunes de la semana pasada en la plaza Xenpelar de Errenteria ante cientos de vecinos. Los tres ya habían anunciado por la mañana que se negaban a acudir a la Audiencia Nacional de Madrid. Los jóvenes se encaramaron al quiosco de música para no ser arrestados, pero al final, y con evidente tensión de por medio, la Ertzaintza los detuvo tras alargar una escalera para acceder al tejado donde se encontraban estos. Posteriormente, fueron encarcelados en la madrileña cárcel de Soto del Real.

Declamaciones sospechosas

La defensa de los jóvenes quiso dejar claro ayer que, tal y como han manifestado reiteradamente hasta el momento, las acusaciones efectuadas tanto por parte del fiscal como de la acusación particular representada por el AVT, están basadas únicamente en declaraciones obtenidas durante los días en los que los jóvenes estuvieron incomunicados, además de los adquiridos en los seguimientos policiales.

No hay que olvidar que algunos de los jóvenes denunciaron haber sufrido torturas durante aquellos días, y así lo han manifestado durante el juicio, por lo que, en opinión de la defensa, esas declaraciones no son válidas. En la sesión, los abogados también recordaron al juez algunas otras sentencias en ese sentido emitidas por el Tribunal Supremo. En conclusión, para la defensa los argumentos ofrecidos por la acusación son demasiado débiles para deducir que los de jóvenes encausados pertenecen a Segi.

Por su parte, la víspera, la Fiscalía ratificó la solicitud de una pena de ocho años para ellos, mientras que la acusación particular exigía condenas de entre 12 y 8 años de prisión. Ahora queda esperar a la resolución del juez.

Apoyo al proceso democrático

Durante la sesión de ayer, y tras las declaraciones de la defensa, tomó la palabra Arkaitz Anza, uno de los encausados. Anza habló en nombre de todos los jóvenes, y quiso dejar patente que para ellos ha quedado claro que la única base en la que se han apoyado las acusaciones ha sido en las declaraciones obtenidas durante la incomunicación. Además, manifestó que tanto él como todos los compañeros se adhieren al proceso democrático abierto en Euskal Herria, y que, por tanto, se sienten parte de la misma y que seguirán en ese mismo camino.

Desde que el juez Fernando Grande-Marlaska pusiera en marcha la redada contra los independentistas en 2008, los jóvenes han recibido innumerable muestras de apoyo por parte de diversos colectivos. Estas últimas semanas, y con el juicio ya en camino, ese apoyo ha ido a más. El movimiento Eleak; representantes sindicales y políticos han querido mostrar su solidaridad.

Hoy mismo, el Diputado General de Gipuzkoa, Martin Garitano tiene previsto recibirles en el Palacio Foral de Donostia.