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NEGOCIACIONES SOBRE EL TECHO DE ENDEUDAMIENTO

Demócratas y republicanos apuran los plazos para llegar a un acuerdo

El Senado de Estados Unidos rechazó ayer votar el plan demócrata, por lo que las esperanzas se centraban en las negociaciones a puerta cerrada que se han intensificado en la Casa Blanca con los representantes del Congreso. Para esta madrugada se esperaba una nueva votación. Lo cierto es que la cuenta atrás ha llegado y otras economías como la japonesa y la china, principales acreedoras de Estados Unidos, exigen soluciones.

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GARA | WASHINGTON

El Senado de Estados Unidos rechazó ayer por la tarde -hora de Euskal Herria- poner fin al debate en torno al plan sobre la deuda del líder demócrata Harry Reid, lo que hizo elevar el nivel de tensión en un país que tiene la mirada puesta en la fecha crítica del 2 de agosto, en que Estados Unidos entraría en suspensión de pagos, aunque al cierre de esta edición las negociaciones seguían siendo intensas y se esperaba una nueva votación de madrugada.

Con 50 votos a favor y 49 en contra, Reid no logró la mayoría de 60 votos que necesitaba para dar vía libre a la votación de su plan para elevar el techo de la deuda, que ya fue rechazado el sábado en el pleno de la Cámara de Representantes. El voto fue, sin embargo, un mero procedimiento legislativo que no valoraba el contenido del plan de Reid y que le dejaba en un segundo plano -según informó la agencia Efe- frente al potencial acuerdo que parece estar tomando forma en las negociaciones a puerta cerrada entre el Congreso y la Casa Blanca.

Lo que está claro es que el Gabinete de Barack Obama ha entrado en la cuenta atrás. Sólo tiene dos posibilidades: llegar a un acuerdo o ir a la suspensión de pagos. Es cierto que durante la tarde de ayer se extendió el optimismo hasta la votación. Porque los legisladores estadounidenses acercaron posturas con el objeto de elevar el techo de deuda del país en unos 2,8 billones de dólares -unos 1,9 billones de euros- y reducir la deuda en 3 billones durante los próximos diez años, «sin el aumento de los impuestos».

«Muy cerca»

Ese paso supuso, en principio, un alivio para los mercados financieros que temen una suspensión de pagos de la mayor economía mundial. Esas posibilidades de aprobación de un acuerdo marco aumentaron después de que líderes republicanos y demócratas retomaran las estancadas negociaciones con la Casa Blanca, mientras que el jefe de minoría del Senado, Mitch McConnell, afirmó que era optimista al respecto. «Creo que tenemos una oportunidad de lograrlo», declaró McConnell, líder republicano.

La cadena «ABC News» explicó, a la vez, que los negociadores de la deuda de Estados Unidos habían llegado a un acuerdo provisional sobre un plan para reducir el déficit estadounidense, pero un responsable de la Casa Blanca explicó que el pacto «aún no está listo». Preguntado por periodistas, McConnell declaró que las negociaciones estaban «muy cerca» de un acuerdo que recortaría el déficit en un billón de dólares.

Tras perder la votación en el Senado, Harry Reid, expuso que «hay negociaciones en curso en la Casa Blanca sobre una solución que evitará una catastrófica moratoria sobre la deuda del país», aunque todas las partes entienden que la cuenta atrás está provocando nerviosismo.

«Al Gobierno de Estados Unidos se le está acabando el tiempo para que eleve su límite de endeudamiento de 14,3 billones de dólares antes del plazo del martes, cuando el Tesoro de Estados Unidos asegura que se quedará sin dinero para pagar sus cuentas y no podrá cumplir con la deuda nacional», manifestaron con preocupación diferentes analistas financieros ayer mismo mientras se debatía en el Senado. «Estamos lejos de cualquier tipo de acuerdo negociado, pero ciertamente hay una sensación más positiva sobre lograr un pacto de lo que he sentido en mucho tiempo», reconoció el senador Richard Durbin, el segundo demócrata de mayor rango en el Senado.

Si hay un acuerdo al alcance de la mano, la Casa Blanca adelantó que aceptaría una extensión del límite de deuda a corto plazo, a fin de dar tiempo a los legisladores para que logren un pacto más concienzudo. Washington se está quedando sin tiempo para conseguir un acuerdo, redactar la legislación, votarla y que el presidente Barack Obama la firme para convertirla en ley.

Los elementos del paquete que se está negociando, según las informaciones que se han filtrado significan que se elevaría el límite de la deuda para 2012 y se reduciría el gasto en una cantidad equivalente al aumento de la capacidad de endeudamiento en un período de 10 años. Lo que parece claro es que «el primer billón de dólares en recortes ya ha sido acordado en gran parte por los legisladores. Otros 1,8 billones serían recomendados por una comisión especial designada por el Congreso y si no alcanza a votar medidas, éstas se aplicarían de forma automática», dijo un asesor con conocimiento de las negociaciones. El estancamiento político respecto a cómo reducir el déficit de Estados Unidos y elevar el límite de deuda ha puesto al país en riesgo de perder su calificación crediticia triple A, como manifestan los analistas financieros. Entienden que «una rebaja podría llevar a los inversores mundiales a alejarse de los bonos estadounidenses y del dólar, elevando los costes de préstamo para el país, mientras su economía aún es frágil, y podría caer fácilmente en recesión». Una moratoria de Estados Unidos empujaría a los mercados y economías de todo el mundo al caos, según explican desde la Casa Blanca. De hecho, las bolsas de Estados Unidos registraron la semana pasada sus peores pérdidas en un año, el dólar cayó y los inversores nerviosos pusieron su dinero en cuentas bancarias aseguradas. Los mayores bancos de Wall Street instaron a Washington la semana pasada a que no arriesgue una moratoria de la deuda.

Japón y China

Los nervios también están apareciendo en Japón y China, donde han saltado al primer nivel de preocupación. Una información de la agencia Reuters confirmó que Japón está cada vez más alarmado, aunque las autoridades esperan que se produzca un acuerdo «in extremis».

A Tokio le preocupa que «si la crisis se alarga sin una resolución clara y permanente», los mercados puedan entrar en una mayor situación de volatilidad, igual a lo ocurrido en setiembre de 2008 con el colapso de Lehman Brothers. «Si se produce una moratoria, el impacto sobre los mercados será enorme», indicó, pero otra fuente expresó a Reuters Thompson que «nadie creyó que Estados Unidos dejaría que Lehman Brothers quebrara. Pero ocurrió».

Japón se encuentra justo detrás de China en la lista de los mayores acreedores internacionales de Estados Unidos.

En este sentido, el diario del Partido Comunista de China criticó la gestión por parte de Estados Unidos de su crisis de deuda, calificándola de «irrespon- sable» e «inmoral», añadiendo en un editorial del sábado que «el sistema democrático de Estados Unidos era el responsable de la farsa» y acusando a sus políticos de «sacrificar los intereses de otros pueblos a cambio de unos pocos votos».

DOS POSIBILIDADES

Al Gobierno de Estados Unidos se le agota el tiempo. Tiene dos posibilidades: o llegar a un acuerdo rápido para poder desarrollar la legislación pertinente o entrar en suspensión de pagos.

EN CIFRAS

14,3

billones es la deuda actual, pero las arcas públicas de Estados Unidos no cuentan con liquidez para hacer frente a parte de los pagos de salarios de funcionarios, etc. La proyección indica que se llegaría a un techo de 15,47 billones al finalizar este año.

2,8

millones de dólares -unos 1,9 billones de euros- son los que se esperan poder aumentar el gasto y comprometerse a reducirlo en 3 billones durante los próximos diez años «sin incrementar los impuestos».

1,15

billones de dólares de la deuda estadounidense están en manos de los chinos y 0,90 billones de dólares en manos de los japoneses que son los principales acreedores de Estados Unidos y que comienzan a mostrarse muy críticos con la manera de resolver el problema.

1billón

En 1982, Estados UNidos, con Ronald Reagan de presidente, rebasó el billón de de dólares en la deuda. Con Bill Clinton subió a 5 billones en 11995, con George W Bush, hasta los 5,8 billones en 2001, luego fue en aumento y Obama la ha llevado a los 14,3 billones.

2008

Es una antecedente. Fue la crisis de Lehman Brothers. Nadie se creyó que se dejaría caer, pasó. Con la deuda existe ese temor.

contradicicones

Las informaciones que están apareciendo con cuentagotas muestran muchas contradicciones. Así, mientras se habla de permitir que se eleve el techo de la deuda, se cita también un compromiso de reducirla en 3 billones en diez años.

ACREEDORES

Los principales acreedores de Estados Unidos son japón, China y Brasil. Son los que más deuda estadounidense acumulan. Los dos primeros se mostraron ayer críticos con la manera de resolver el problema y criticaron que primen los intereses políticos.

PÉRDIDAS

El Gobierno de la Casa Blanca trabaja a contrarreloj porque sabe que las bolsas tuvieron pérdidas la semana pasada y no quieren que vuelva a pasar lo mismo a comienzos de esta semana. Aunque existe cierto optimismo, el acuerdo no acababó de cerrarse ayer.

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