CRíTICA cine
«Linterna Verde»(*) El color de la esperanza
Mikel INSAUSTI
El mundo necesita más superhéroes? La respuesta es rotundamente no, porque el mercado cinematográfico se ha saturado de ellos en demasiado poco tiempo. Supone además un despilfarro sin sentido alguno, y la prueba está en el dineral invertido por la Warner en “Linterna Verde”, un merecido fracaso de taquilla donde los haya. Se quiere sacar oro de una veta agotada, recurriendo a cómics baratos para su reconversión en franquicias millonarias, pero las estadísticas no engañan y el público joven esta vez no ha caído en masa. Tampoco el reclamo del 3D ha funcionado, siendo mayor la cantidad de espectadores que han optado por la proyección en 2D, que es mejor y a un precio más asequible. Y estamos hablando del mercado anglosajón, donde cuentan con la versión original, lo que les permite escuchar las voces de Geoffrey Rush o Michael Clarke Dunkan en aquellos personajes cuya imagen ha sido generada por ordenador. Añádase a la frustración general la particular del espectador que ha de soportar una versión doblada carente de matices interpretativos.
Lo único que me ha resultado soportable de “Linterna Verde” ha sido algún aislado toque cómico a pesar de la naturaleza infantil de su humor, como cuando Ryan Reynolds deja su inexpresiva sosez a un lado e intenta interactuar con el anillo verde, para lo que recurre a frases famosas de películas empezando, como no, por “El señor de los anillos”. Es una tontería, pero al menos te hace pensar en “Toy Story” o “Star Wars” y te olvidas por un momento de lo que estás viendo, que no es otra cosa que un vulgar video-juego de acción espacial. La categoría fílmica del producto hay que ponerla en cuarentena por culpa de un diseño artístico, que ha sido comparado en mal gusto con el de “Flash Gordon”. Se nota un acabado técnico y creativo apresurado, quedando todo limitado a una guerra de psicología y moral elementales expresada en colorines horteras, a resultas de la cual el “amarillo” del miedo es vencido por el “verde” de la esperanza.
