Dedicado como está a publicar relatos veraniegos, que algunos valen para un roto como para un descosido, hacía tiempo que Alfonso Ussía no metía sus narices en este país. Pero, quizá por miedo a que otros le arrebaten el trofeo a la pluma de oro del facherío, ayer hizo una incursión en territorio enemigo. Lo hizo en «La Razón», a cuenta del trillado asunto de las instalaciones militares de Donostia. Poco original el aristócrata de belleza complicada.

Para empezar, se quejaba porque «vivimos en una nación sin Gobierno». Se refería a la suya, la española. Y luego seguía en plan faltón: «El alcalde semietarra de San Sebastián retiró el retrato del Rey del salón de plenos del Ayuntamiento donostiarra. Ninguna reacción. El etarra pseudoetarra de San Sebastián retiró la Bandera de España del salón de recepciones del Ayuntamiento de San Sebastián. Ninguna reacción. O son colaboradores de los casietarras nuestros gobernantes o son unas putas gallinas». Como ven, Ildefonso se mantiene fiel a su estilo. A continuación entra en materia, a saber, en la reunión que Juan Karlos Izagirre ha solicitado a la ministra española de Defensa para abordar la situación de Lore-Toki y del cuartel de Loiola, dos instalaciones militares que a Ussía le ponen porque «En Loyola ondea la Bandera de España. La Bandera de todos los guipuzcoanos, de todos los vascos, desde que fuera establecida como tal por Carlos III, después de serlo de la Armada. Y en `Lore-Toki', todavía se iza y se arría cada mañana y tarde». Y eso es mucho más importante que lo que opinen las donostiarras. Por eso, el carca español explica lo que respondería al primer edil de Donostia democráticamente elegido si él fuera ministro de Defensa: «Excelentísmo señor Alcalde de San Sebastián. No me toque los cojones -en el caso de doña Carmen, se acepta cualquier dicho de similar intención-. El Ejército está en San Sebastián porque es una ciudad española. Y no se va a mover de ahí. Ni de `Lore-Toki' ni de Loyola. Es más, pretendemos aprovechar las instalaciones para que nuestras Fuerzas Armadas estén presentes en mayor medida y capacidad en aquellos acuartelamientos». Todo un alarde de democracia. Sus artículos de opinión son más divertidos que sus relatos.