Por cuarto día consecutivo, el Ejército sirio mantuvo su ofensiva contra la ciudad costera de Latakia, y las tropas destruyeron viviendas del barrio de Al-Raml, del que han huido muchos de sus habitantes.

Uno de los portavoces del opositor Comités de Coordinación Local, Hozam Ibrahim, informó a Efe de que prosiguen los disparos en Latakia, donde el lunes murieron seis personas.

Latakia es el último objetivo de la represión del régimen de Bashar al-Assad, que ha dirigido los ataques principalmente contra Al-Raml, un barrio dividido en dos áreas, en una de las cuales hay un campo de refugiados palestinos. En ese campo, las fuerzas de seguridad irrumpieron ayer y allanaron varias viviendas, algunas de las cuales han sido derribadas, según los Comités.

De hecho, el Ejército pidió ayer a los habitantes de Al-Raml que abandonaran el barrio, lo que hizo temer una nueva ofensiva.

Ibrahim señaló que ayer murió una palestina, de 22 años y madre de dos hijos, herida hace dos días.

Por su parte, el presidente del Observatorio, Rami Abdul Rahman, explicó que son los sirios y no los palestinos quienes están siendo perseguidos en Al-Raml. «En esa zona viven unas 250.000 personas, de las que sólo 4.000 son palestinas. El resto son sirios y las detenciones van dirigidas contra ellos», señaló después de que la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos alertase de que la mayoría de los 10.000 habitantes del campo de Latakia habían huido.

Por otro lado, EEUU dijo no poder confirmar que buques de guerra sirios participaron por primera vez en un ataque, el domingo, abriendo fuego contra el puerto de Latakia, donde fallecieron 26 personas.