No es tiempo de gravámenes para los ricos -dice el cristiano socialdemócrata- (o socialdemócrata cristiano Pepiño Blanco, nunca me aclaro del orden. No confundir con demócrata socialcristiano ni democratacristiano a secas. Aunque voten lo mismo y boten al unísono lo que manda el Capital, son totalmente diferentes. Algunos, los menos, hablan de cambiar el sistema impositivo de tal manera que paguen más los que más tienen. Un error que nos conduciría a la catástrofe -gritan socialdemócratas nacionalmonárquicos y cristianodemócratas socialcatólicos-. Los ricos podrían enfadarse y disminuir o llevarse sus inversiones a otra parte. Tampoco es tiempo para veleidades de contrato fijo y aumento de salario como forma de paliar la subida del coste de la vida. Al fin y al cabo, nada pagamos por esta vida; nos la regaló el buen Dios para sufrir en ella y así ganarnos la que vale, que es la otra, de la que hablan curas, imanes y rabinos. Hay que mimar a la clase empresarial. En realidad son emprendedores que generan riqueza y empleo. Bien es verdad que tú te quedas con el empleo y ellos con la riqueza, pero si lo pierdes, ¿acaso no lo añoras? ¿Y no estás deseando tener uno, aunque sea peor, cuanto antes mejor?

Por eso es mejor abaratarlo y así, por anterior costo de un empleo, el patrón, por el mismo precio, podrá ofrecer dos. Son bellos tiempos de solidaridad entre los pobres. De esta manera, además, el aumento de horas en la jornada laboral no conllevará un aumento del salario y con los beneficios extra obtenidos los amos podrán generar más empleos. Están en todo, no dan puntada sin hilo ¿Qué sería de nosotros sin los amos y los que hacen sus leyes?

Ni tiempo de derroche en sanidad. Los ricos cuando enferman, se pagan sus médicos, sus medicinas y hospitales. Así que no es de extrañar que al final se hayan mosqueado con la manía que tienen de enfermar los más pobres. Sobre todo los entrados en años. Sabido es que más de la mitad de los males físicos del ser humano tienen un origen psicosomático. Si están obsesionados con su salud, que se compren la enciclopedia médica en fascículos o que llamen al programa de «Saber Vivir» de la tele.

¿Y de la educación pública? ¡Si no la aprovechan, por Dios! Además los colegios e institutos públicos son un nido de emigrantes y unas bolsas de fracaso escolar que luego nos bajan el nivel en el informe PISA. Para limpiar culos y pasear ancianos o trabajar en la construcción tampoco hace falta saber quién era Epicuro. Lo verdaderamente necesario es fomentar el talento de los más dotados y financiar centros donde formar futuras élites que dirijan la empresa y, por consiguiente, la sociedad. Lo público al servicio de lo efectivo sin parar mientes si la institución es pública o de capital privado, así lo han visto UPNeros y socialistas navarros, hasta el punto de compartir gobierno. ¿Por qué nos empeñamos en seguir hablando de bipartidismo?

Ayer tuve un sueño. No era el de Luther King. Soñé con un tiempo que no fuera de canallas. Donde las mentiras podían ser desveladas y los culpables penaran sus culpas.

Soñé con un tiempo de cerezas.