El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, denunció en nueva York el «silencio inaceptable» del Consejo de Seguridad de la ONU ante lo que calificó como «crímenes contra la humanidad» en Siria. Juppé participó ante el Consejo de Relaciones internacionales, un centro de reflexión estadounidense, al margen de la Asamblea General de la ONU.

Sobre el terreno, el opositor Observatorio sirio de Derechos Humanos denunció la muerte ayer de cinco civiles a manos de las fuerzas del régimen en al-Houla, en la provincia central de Homs, escenario de redadas en busca de rebeldes. Otro civil murió ayer en Irbin, provincia de Damasco, tras sucumbir a las heridas sufridas durante un funeral la víspera.

La alta comisionada adjunta para los Derechos Humanos, Kyung-wha Kang, cifró en 2.700, entre ellos un centenar de menores, los muertos por la represión.