Un penalti del extremo antoniano Adrián Crowley con el tiempo ya cumplido dio un punto agónico al Amaya Sport San Antonio en su pista y privó al Quabit Guadalajara, que llegó a Iruñea como colista, de un triunfo que saboreó durante buena parte del encuentro al ir ganando al descanso de siete goles.

Una pésima primera mitad de los navarros, sin intensidad defensiva ni ideas en ataque, estuvo a punto de costarle muy caro al equipo antoniano, que vio como el Guadalajara le daba un repaso en su pista. Sin embargo, una reacción en la segunda parte liderada por los extremos Alberto y Crowley permitió la remontada con un polémico final que finalizó en tablas.

Los goles de ambos y el arrojo de Niko e Ibai dieron a los navarros un parcial de 6-1 que logró igualar la contienda para delirio de la afición (24-24, m.53).

A partir de entonces, cada equipo trató de amarrar el triunfo y, aunque el Quabit lo tuvo más cerca porque ganaba 26-27 a falta de 3 segundos para la conclusión, una controvertida jugada tras un conato de tangana le dejó con tres hombres en pista y Crowley logró forzar una pena máxima que él mismo transformó sobre la bocina.