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Bagdad atribuye a represalias suníes el atentado contra el Ministerio del Interior

GARA | BAGDAD

Al menos cinco personas murieron y 27 resultaron heridas ayer en un atentado suicida con coche bomba contra el Ministerio del Interior, en el centro de Bagdad, cuatro días después de una cadena de atentados mortales en la capital iraquí que han agravado la crisis política entre las comunidades chií y suní.

El kamikaze que llevó a cabo el ataque aprovechó que los guardias habían abierto la puerta principal del ministerio para dejar entrar a empleados de mantenimiento e hizo estallar la carga explosiva que llevaba en el coche, según un responsable del Ministerio. Las autoridades sospechan que los insurgentes atacaron el Ministerio del Interior como represalia por la orden de arresto emitida hace una semana por el primer ministro, Nuri al Maliki (de confesión chií), contra el vicepresidente suní Tareq al Hashemi, al que acusa de haber formado escuadrones de la muerte y de haber organizado atentados.

«Este es un mensaje directo para nosotros, porque somos los únicos que han detenido a la red de Tareq al Hashemi y porque somos los únicos que preservan la seguridad en el país», declaró Ali al Quraishi, teniente de la Policía encargado de supervisar los puestos de control que rodean Bagdad.

Poco más de una semana después de la salida de los soldados estadounidenses que ocuparon Irak, el país se ha sumergido en una grave crisis política entre chiíes, mayoritarios en el país, y suníes, que ha paralizado las instituciones y amenaza el frágil equilibrio entre las dos principales comunidades del país.

La decisión de Al Maliki ha provocado un enfrentamiento entre el Gobierno, de mayoría chií, y sus rivales suníes, rama del Islam a la que pertenecen Al Hasehmi y Al Mutlaq. Al Hashemi ha rechazado las acusaciones y se ha refugiado en el Kurdistán autónomo. El bloque Iraqiya, segundo grupo parlamentario, apoyado por los suníes y del que forma parte Al Hashemi, decidió boicotear el Parlamento y el Gobierno para denunciar el autoritarismo de Al Maliki.

El grupo parlamentario del líder chií Moqtada Sadr ha reclamado la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones.

El pasado jueves, una cadena de explosiones en varias zonas chiíes de Bagdad provocó la muerte de al menos 72 personas..

El enviado especial de la ONU en Irak, Martin Kobler, sin embargo, declaró al diario alemán «Tagesspiegel» que no espera «el estallido de una guerra civil».

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