La primera medida disciplinaria de Alberto Catalán como presidente del Parlamento ha sido severa. Gracias a la mayoría que suman UPN y PP en la Mesa de la Cámara, Catalán ha dejado sin invitaciones a todos los grupos parlamentarios de la oposición salvo al PP. El motivo esgrimido es la protesta coordinada entre NaBai, Bildu, Izquierda-Ezkerra y parte del público invitado con la que denunciaron en el interior del Parlamento el recorte de prestaciones a quienes menos recursos tienen, mediante la restricción del acceso a la renta básica, derecho que tenían todos los residentes en el herrialde y que ha sido rebautizado como «renta de inclusión social».

La propuesta fue de Catalán, pero quienes salieron ayer a defender la sanción fueron Carlos García Adanero, por UPN, y María Victoria Arraiza, por el PSN. Al tener mayoría en la Mesa, todo fue puro trámite. Lógicamente, votaron en contra los representantes de Bildu y NaBai.

García Adanero habló de los «lamentables incidentes del último pleno». Por su parte, Arraiza -dolida porque el recorte compete a su compañera de partido Elena Torres- apuntó que «es importante respetar el turno de palabra en el Parlamento, que es el sitio donde se habla, el sitio donde hay posibilidad de expresarse verbalmente, máxime en una Cámara donde hay seis grupos».

Como si fuera la tercera parte del bloque gubernamental, también la portavoz del PP defendió la «necesaria sanción». Ana Beltrán dijo que el Parlamento «significa la expresión de la libertad». Y utilizó un argumento de doble filo, ya que dijo que «todos los grupos han sido elegidos por todos los navarros».

La voz de la calle

Bakartxo Ruiz, de Bildu, afirmó que «no es de recibo que Catalán hable de abrir las puertas a la ciudadanía y que luego la única respuesta que se dé sea represiva». Cabe recordar que Catalán expulsó al parlamentario de Bildu Bittor Rubio a raíz de la protesta, en la que los 18 representantes de los tres partidos sancionados levantaron carteles. Asun Fernández de Garaialde, de NaBai, apuntó que los debates están en la calle y se reafirmó en que «es acertado dar un respaldo en el Parlamento a las reivindicaciones que están fuera». José Miguel Nuin, de I-E, destacó que lo ocurrido fue una alteración puntual y limitada en el tiempo.