Después de cinco días de manifestaciones en toda Rumanía contra el cese del fundador de los servicios de urgencias en el Ministerio de Sanidad, Raed Arafat, el Gobierno intentó calmar las protestas readmitiéndolo en su cargo. El lunes al menos 10.000 personas se manifestaron pidiendo la dimisión del presidente, Traian Basescu y denunciando el deterioro de sus condiciones de vida. «Arafat volverá a su puesto de subsecretario de Estado», declaró el primer ministro, Emil Boc, quien subrayó haber discutido este asunto con Basescu.

El jefe del Estado había acusado al popular médico que fundó los servicios de urgencia en la década de los 90 de oponerse a una controvertida reforma del sistema sanitario. El proyecto ha sido retirado y el primer ministro indicó que Arafat formaría parte del equipo de expertos que redactará un nuevo texto de la reforma.