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Interrumpen las tareas de rescate por un movimiento en el casco del buque

Los equipos de rescate suspendieron temporalmente los trabajos tras apreciar un nuevo movimiento del buque. Mientras la actividad judicial contra el capitán del barco prosigue, una veintena de personas siguen desaparecidas y el daño medioambiental comienza a aflora

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GARA | ROMA

Los equipos de rescate que trabajan en el interior del crucero Costa Concordia, que naufragó el pasado viernes en aguas de la isla italiana de Giglio, suspendieron ayer de forma temporal las tareas de salvamento después de que se apreciara un nuevo movimiento del buque.

Para ayer, tenían previsto que los especialistas utilizasen de nuevo pequeñas cargas de explosivos para abrirse paso entre los restos de la nave e intentar localizar a la veintena de personas desaparecidas.

El pasado lunes, los equipos de rescate ya se vieron obligados a suspender su actividad durante unas horas tras advertir un movimiento del barco.

Otra de las grandes preocupaciones, aparte de los desaparecidos, reside en evitar el desastre ambiental que podría originarse si las cerca de 2.300 toneladas de carburante que todavía hay en el barco se vertieran al mar.

El ministro italiano de Medioambiente, Corrado Clini, afirmó que «existe ya un daño ambiental, muy contenido, relativo a los fondos maritimos de la isla de Giglio».

Los helicópteros que sobrevuelan la zona avistaron algunas manchas que podrían ser de combustible ligero, aunque no se descarta que sean consecuencia de la actividad de las lanchas locales, por lo que serían facil de evaporar, según los expertos.

Mientras los equipos de rescate trabajan en las aguas de Giglio, la actividad judicial sigue su curso en Grosseto en torno al comportamiento del capitán del barco, Francesco Schettino, a quien la Fiscalía acusa de homicidio culposo múltiple, abandono de nave y naufragio.

Schettino se sometió el martes al interrogatorio de la jueza de instrucción Valeria Montesarchio, tras lo que la magistrada dispuso el arresto domiciliario para el capitán.

Ante la jueza, Schettino declaró que no era verdad que «abandonara la nave. Es que me caí accidentalmente sobre el techo de una de las barcas de salvamento. Luego no pude volver a subir al barco porque la barca quedó colgada, suspendida. Después estuve sobre una roca de la isla Giglio coordinando las operaciones de desembarco».

Admitió que se acerco demasiado a la costa, para hacer el «saludo», el rito marinero de acercarse a la costa haciendo sonar la sirena, pero aseguró que con sus maniobras tras la colisión, con 4.229 personas a bordo, salvaron la vida de «miles».

maniobra idéntica

El capitán del crucero Costa Concordia realizó en agosto de 2010 una maniobra idéntica a la que llevó el viernes pasado el buque a naufragar, según el diario «Il Corriere della Sera».

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