GARA > Idatzia > Kultura

«El público casi participa, porque forma parte de las paredes de la celda»

p050_f01.jpg

Arantza Goikoetxea

Actriz protagonista de «Ella, la espera»

«Ella, la espera» es la adaptación de la obra del dramaturgo y columnista de Gara Josu Montero titulada «La espera», en la que personajes esperan a un acontecimiento que les cambie la vida. Arantza Goikoetxea interpreta al mismo personaje, una mujer que tras pasar quince años en prisión espera su puesta en libertad con miedo e ilusión, en una versión que convierte en monólogo.

M. LARRINAGA | DONOSTIA

A Arantza Goikoetxea el papel que interpretará en el Pabellón 6 de Bilbo dentro del ciclo «eMe Fatal» desde hoy y hasta el próximo domingo le resulta familiar. No en vano, es el mismo personaje que Josu Montero escribió para «La espera». Ahora, sin embargo, todo el protagonismo es suyo, suyas son las últimas horas de esta presidiaria que espera su libertad. Recuerda sus vivencias, pero vive con ilusión y con miedo el momento de cruzar las puertas hacia su nueva vida.

¿Cómo surgió esta adaptación de «La espera»?

De cara a Pabellón 6, Ramón Barea, que es el que lo lleva todo, nos preguntó si nos parecía un crimen rescatar la parte de Arantza y participar en el ciclo «eMe Fatal». Pero lejos de parecernos un crimen, nos pareció una idea fantástica.

¿Cómo lo adaptaron?

Adaptando todo lo adaptable (ríe). Era un texto que formaba parte de una historia más general y, por eso, tienes que rescatar unas partes y rechazar otras para montar otra cosa totalmente diferente. Pero el texto es prácticamente el mismo.

Esta versión es más íntima, es una celda donde el público casi está participando del hecho teatral, porque forma parte de las paredes de la celda. Creo que es un trabajo muy bonito, para sentir y vivirlo de muy cerca.

Toda la obra es un monólogo de la mujer encarcelada. ¿Es difícil para un actor interpretar monólogos?

Más que difícil creo que puede ser más arriesgado, porque el peso parece que puede recaer sobre ti. Pero nada más lejos. En el escenario estas solo tú, pero alrededor hay todo un equipo que está hablando con otros lenguajes. De hecho, en esta obra tenemos una pianista en directo y un ambiente sonoro de gotas de lluvia, puertas, de sonidos de playa... A mí me parece un placer. Qué más puedes pedir como actriz que un trabajo así, poder explayarte y jugar, porque al final el teatro, sea una historia dramática o más alegre, es jugar.

¿En quién se inspiró para interpretar su personaje?

Era un tema que a mí me quedaba especialmente lejos y, viviendo en el país en que vivimos, sentía la responsabilidad de no hacer cualquier cosa. Por eso, hablé con una chica que ha estado seis años en la cárcel y me contó sus experiencias, cosas que vivió, aunque probablemente serán suyas exclusivamente y otras personas las sientan de manera diferente. Pero me acercó un poco más a ese ambiente.

¿Ha cambiado su punto de vista sobre la cárcel?

Me siento afortunada de estar donde estoy, poder salir a la calle todos los días y poder andar 50 metros seguidos. Te ayuda a apreciar lo cotidiano. Hay un texto donde digo: «El gesto más simple, abrir una puerta, decidir qué ponerte, preguntar la hora». Todas esas son cosas que en la cárcel no son habituales.

 
Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo