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Ana Fernández Garayalde. En representación de Axola, Asociación Navarra para la promoción del Bienestar Social y los Servicios Sociales

Carta abierta al PSN

Le instamos a que diga la verdad, ya que no es cierto que «ningún navarro» se va a quedar sin cobrar la prestación

Desde Axola, queremos manifestar a la opinión pública la realidad de los hechos ocurridos, en la protesta en el parlamento en relación a la Ley de Inclusión social. La acción fue planteada por la plataforma Defendamos el Derecho a la Renta Básica, y apoyada de forma solidaria por los grupos políticos, que se acercaron a nuestras asociaciones para consultarnos sobre esta ley y sus repercusiones en las familias. La protesta consistió en sacar unos carteles, cuando la Consejera de Política Social inició su discurso.

Los carteles decían; «Renta Básica para todas las personas», «Reparto de riqueza y no de pobreza» y «Ley de Inclusión paraliza- ción». Asimismo, se corearon estos slogans. Dicha acción duró un minuto, y cuando apareció la policía foral nos fuimos por nuestra voluntad sin que nos desalojasen. Siendo dicha acción en todo momento pacífica.

Queremos manifestar que a nosotros y nosotras la acción no nos parece improcedente, sino totalmente procedente, ya que se iba a aprobar una ley, y de hecho así fue, que va a llevar a la pobreza absoluta, según informes del propio Gobierno de Navarra a más de 2.500 familias.

Sobre el carecer antidemocrático de la protesta, señalar que la ley de la Renta Básica se consiguió de forma democrática mediante una Iniciativa Legislativa Popular, avalada por la firma de miles de ciudadanos y ciudadanas, en los que se encontraban actuales cargos del Gobierno de Navarra del PSN, por lo que habría que valorar que es más democrático...

Sobre las declaraciones realizadas por el PSN equiparando la acción a «posiciones fascistas», queremos señalar que el «fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente a la gente no por su responsabilidad personal sino por la pertenencia a un grupo. Aprovecha demagógicamente los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común (real o imaginario, interior o exterior), que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de manera irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población». Nos gustaría que analizasen sus declaraciones y rectificasen públicamente, sobre el calificativo dado a la protesta.

Asimismo que valoren los mensajes emitidos por la señora Consejera en los medios de comunicación social, para justificar lo injustificable. En los mismos señala que esta Ley «no nace para dejar a nadie fuera», pero luego menciona textualmente que solo «tenemos que atender a los navarros». Este discurso, si ha creado alarma social, y a nuestro parecer y de muchas personas, puede tener rasgos racistas y puede ser una llamada, según como se entienda, a la xenofobia.

Referente a este tema decir que Navarra, esta formada por todas las personas que viven en ella, sean navarros y navarras, andaluces, extremeños, franceses, argentinos, etc. Todos ellos se han asentaron en nuestra tierra y han generado riqueza trabajando, de empleadas de hogar, de cuidadores y cuidadoras de nuestras personas dependientes, en la construcción, etc. Muchas de ellas no han podido renovar sus permisos de residencia por haber sido expulsadas del mercado laboral. Todas ellas se sienten parte de esta sociedad que les ha acogido. Este colectivo que sí ha aportado riqueza, que ha contribuido con sus cuotas a la seguridad social y que han ocupado muchas veces los empleos que los autóctonos no queríamos, solucionando muchos problemas a familias, incluso a personas que se encuentran en este momento en este gobierno; son las que van a quedar automáticamente fuera de la Ley de Inclusión Social, es decir, de esta ley que según la Consejera nace para incluir aunque lo que va a hacer es excluir.

Sobre el tema del fraude, decimos de forma rotunda que se actúe sobre él, pero no solamente en los perceptores y perceptoras de Renta Básica, sino fundamentalmente en quienes defraudan grandes cantidades de dinero, porque esto sí repercute en la economía Navarra.

Solicitamos que expliquen y divulguen el estudio que ha realizado para demostrar esto. Se exponga públicamente, datos sobre la muestra de población que ha sido analizada, su número, las razones de la selección, y la tipología del fraude que han descubierto. De otro modo, este discurso del fraude no tiene validez, y simplemente ha sido una excusa, para realizar el mayor recorte de derechos sociales que se ha producido en los últimos 20 años.

Le instamos a que diga la verdad, ya que no es cierto que «ningún navarro» se va a quedar sin cobrar la prestación. De acuerdo con su propia argumentación, el 70% de las personas perceptoras de Renta Básica están consideradas como situaciones «coyunturales», es decir que todos aquellos y aquellas que han accedido a esta prestación por quedarse sin trabajo, tras agotar los subsidios de desempleo, no van a ser perceptores de la nueva Ley de Inclusión Social, y no tienen garantizado como derecho el cobro de ninguna prestación.

Otro tema que queremos reseñar tiene relación sobre la ética y los valores. Mientras se ha reducido la cuantía dedicada a cubrir las necesidades básicas de la población en un 20%, el Gobierno de Navarra se ha subido el sueldo, en el caso de la Presidenta en un 33% (un sueldo superior al del presidente del Gobierno de España) y de la Consejera de Política Social más del 22%.

Por último, queremos sensibilizar a toda la ciudadanía que vive en Navarra, que detrás de estas decisiones excluyentes que se han tomado, hay personas, familias enteras con menores a su cargo, que no van a tener derecho a comer, a pagar el alquiler, a poder comprar medicinas para poder curarse, etc.; abocándoles a la exclusión social, sean navarros o no.

Por todo ello, solicitamos a la consejera que rectifique, ya que sus palabras y sus hechos no hablan de cohesión social, sino de discriminación y exclusión.

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