Mariano Rajoy rindió ayer visita a Berlín, donde se reunió con la canciller alemana Angela Merkel. Al término del encuentro, el presidente español explicó que había trasladado a su homóloga germana su compromiso con el recorte del gasto y la reducción de la deuda. «Creo en ello, es lo más sensato y lo más razonable», sentenció.

El jefe del Ejecutivo puntualizó que este ajuste debe compaginarse con políticas que apoyen el crecimiento y la creación de empleo, y en este capítulo enmarcó las reformas anunciadas en materia laboral, sistema financiero, ley de emprendedores, mercado energético o formación profesional.

Rajoy asumió que sus medidas no tendrán efecto «en media hora. Este año va a ser duro, difícil, pero estamos trabajando para poner las bases sólidas de nuestra economía». Se especulaba con la posibilidad de que Rajoy propusiera a Merkel una demora en los plazos para cumplir los objetivos de déficit. Los rumores han estado alimentados por las declaraciones al respecto de los titulares de Economía, Luis de Guindos, y Hacienda, Cristóbal Montoro.

Rajoy trató de zanjar el debate asegurando que ni siquiera mencionó la cuestión durante su encuentro con Merkel. Pero desde Madrid, De Guindos insistió en que las previsiones de recesión hacen que se deba «girar hacia el fomento del crecimiento», y si bien sostuvo que la reducción del déficit público es obligada, esta debe llevarse a cabo «a un ritmo adecuado».

Malestar en la Comisión

El portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea (CE), Amadeu Altafaj, terció en el debate y recordó al Estado español que debe cumplir «plenamente» y «sin demora» el objetivo de reducir este año el déficit hasta el 4,4% de su PIB.

Como buena anfitriona y correligionaria política, la canciller alemana mostró su respaldo a las reformas del PP. «El nuevo Gobierno está acometiendo las reformas que yo creo, por las experiencias alemanas que no datan de mucho tiempo, que van a ser una contribución a la generación de empleo. Y por eso creo que lo que está haciendo el Gobierno es lo correcto, aunque sé que puede ser duro», manifestó. Merkel subrayó que no hay contradicción entre la austeridad presupuestaria y el crecimiento. «Hacen falta las dos cosas», indicó.

En su comparecencia, la canciller abordó otros asuntos de interés y desveló que el segundo rescate de Grecia no se discutirá en la cumbre de líderes europeos del próximo lunes porque todavía no estará listo el informe de los inspectores de la UE y el FMI. «Vamos a hablar del crecimiento y vamos a concluir el pacto fiscal, y serán los ministros de Finanzas los que se ocupen de la reestructuración voluntaria de Grecia», explicó.