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Por primera vez, en puestos Champions

Segundas partes también fueron buenas

El Athletic gana un difícil choque gracias a tres goles en cuatro minutos, que sentenciaron a un Málaga que bien pudo haber goleado en la primera mitad y que terminó a merced de los rojiblancos

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ATHLETIC 3

MÁLAGA 0

Joseba VIVANCO

Esta temporada en San Mamés, en el Fondo Norte, cuando el marcador va de cara como tantas veces pasa, se escucha aquello de «si te ha pillado el Athletic, jódete». Y algo así le pasó al Málaga, que le pillaron. Tres goles en cuatro minutos. Tres goles para un difícil triunfo, ante un rival directo y que gracias al resto de resultados mete a los de Marcelo Bielsa en puesto Champions por primera vez esta temporada, empatado a puntos con el Espanyol, y todo porque por ahora lo que cuenta es el gol-average general y no el particular, que es el que prima al final del campeonato.

El equipo como que de repente frotó su lámpara mágica y sacó a relucir uno de esos momentos a los que tanto lustre saca este Athletic, en que los astros entran en conjunción y la Bruja Lola está echando la siesta.

Sucedió ante Osasuna: en quince minutos, tres goles; ocurrió ante el Atlético: otros tres en diez minutos; ante el Espanyol: dos dianas en seis minutos; frente al Mirandés: tres más en apenas once minutos. Ayer, tres chicharros en tres minutos noquearon a unos boquerones que en la primera parte pudieron haber hecho un estropicio en la portería rojiblanca, pero que se fueron por donde habían venido, preguntándose -como José Mourinho-: ¿por qué?

Antes de esos cuatro minutos de vértigo muchas incógnitas se cernían sobre el choque, tras dos derrotas consecutivas de los leones y el desgaste -más que físico, sicológico- del viaje y el gélido partido europeo. Y Marcelo Bielsa decidió condimentarlo con algo más de incertidumbre tras conocerse el once que saltaría al césped de San Mamés, sin el ya sabido Javi Martínez, pero con los otros dos internacionales del equipo en el banquillo: Amorebieta y Llorente, dando entrada al casi inédito Ekiza y a un Toquero que venía de sumar un minuto en tres partidos.

Con más novedades que nunca, los rojiblancos se vieron superados de inicio, desde el mismo minuto uno en que un balón de Seba no entró de milagro en la meta de Iraizoz. Un aviso, el primero, de lo que iba a suceder durante al menos la primera media hora de juego.

El Málaga pudo sentenciar

Los de Pellegrini pusieron su particular pica en la defensa local -léase el venezolano Rondón-, a quien San José y Ekiza no lograron arrebatar ni un solo balón, ni por alto ni por bajo. Mientras, los Cazorla, Isco, Seba y compañía ganaban cada duelo individual con los bilbainos.

Era un Athletic desconocido, un Athletic de las cuatro de la tarde, que no ligaba jugadas, que sufría atrás, como si el partido le hubiera venido demasiado pronto, sin tiempo para recuperarse del esfuerzo mental europeo. Y enfrente no estaba un equipo de la cola de la tabla, encerrado atrás, sino un Málaga en busca del mismo premio `Champions' que los locales.

Hasta el minuto 25, en que el Athletic empezó a quitarse de encima la presión malacitana, las ocasiones, claras ocasiones de gol visitante, fueron incontables. El Málaga terminó el partido con 14 disparos a gol, siete de ellos a puerta, y ni un gol a favor. Y a ello volvió a contribuir, decisivo como ya sucedió en Moscú, Gorka Iraizoz.

Por suerte, lo mejor para el Athletic fue llegar al descanso con su portería a cero. El derroche hormonal de Toquero ayudó en ese tramo final, lo mismo que un Muniain que comenzó a dar problemas a la defensa boquerona y que terminaría firmando un gran partido. Porque, a falta de incentivo por parte de sus jugadores, fue un pésimo Clos Gómez el que metió de lleno en el partido a una expectante grada, sobre todo tras perdonar la segunda tarjeta amarilla a Weligton, mientras a los locales no les pasaba una.

Llorente y Amore, los revulsivos

Los cambios parecían claros. Mantener sentados a Llorente y Amorebieta por más tiempo parecía demasiado lujo. Y la mejoría, aunque fuera solo anímica, se palpó de inicio. Un apagado Susaeta y un Ekiza incapaz de parar a Rondón salieron y Toquero cayó a banda derecha.

El central internacional venezolano pasó a `secar' por completo a su compañero de selección, mientras el internacional español provocó que la defensa andaluza tuviera ya de quién preocuparse, y de paso posibilitar al ataque local fijar un punto de referencia arriba.

La primera oleada de llegadas rojiblancas no tuvo premio. Pero este Athletic ya era más reconocible. Era más protagonista. Y, de pronto, los astros se alinearon y la Bruja Lola se echó una cabezada. Córner que bota Toquer y el rechace llega a Amorebieta, que fusila desde los nueve metros a la red. Antes de vestir la Vinotinto, el central solo había marcado un gol en Primera en seis años; con este lleva tres tantos en los últimos dos meses.

Aun festejaba el gol San Mamés cuando una contra guiada por Aurtenetxe acababa con Willy Caballero evitando el gol de Muniain y un defensor sacando a córner el consiguiente chutazo de Herrera. La Catedral se encendía. Toquero botaba el saque de esquina y San José se elevaba más que nadie para cabecear a las mallas. «El centro no iba muy allá y San José me lo ha hecho bueno», diría después Toquero. Premonitorio. Amorebieta y San José ya habían marcado a la vez en Liga, cuando el Athletic ganó 3-0 al Levante. Así que no iba a haber dos sin tres, máxime cuando en los tres últimos partidos en casa han anotado siempre más de tres goles.

Apenas un minuto después, un genial Muniain robaba el balón en campo malacitano y lo cedía a Herrera, que se marcaba una jugada sobre la misma línea de fondo para ponerla suave, tocada al segundo palo donde surgía Toquero para volear el balón y cruzarlo al otro poste. El gol de la jornada. San Mamés se venía abajo y ensayaba para el jueves.

El Athletic no había perdido en sus últimos cuatro partidos en casa y el Málaga no había ganado en ninguno de sus últimos cuatro partidos fuera. La racha iba a seguir. Porque ayer sí, los de Bielsa, de ahí al final, con casi media hora por delante, no dieron aire a un Málaga noqueado.

Desapareció Cazorla, pasó inédito Isco, Rondón no se llevó un balón, y no es que bajaran los brazos, es que el Athletic no les dio opción a levantarlos. Solo un disparo de Eliseu, desde lejos, y que salió fuera, sumaron los de Pellegrini de ahí al final, mientras que los de Bielsa pudieron ampliar la cuenta si Iraola -sí, Iraola- hubiera acertado en el corazón de área y de cabeza un enorme pase de Llorente.

El público de San Mamés, que cruzaba los dedos en la primera parte, volvió a rugir y a disfrutar en la segunda. Tuvo tiempo de entonar el «¡Toquero lehendakari!» y aplaudir el enésimo y último esfuerzo casi sobre el pitido final de un pletórico Muniain. Los gritos de ¡¡Athletic, Athletic!! resonaron en el campo y en los oídos de unos jugadores que ya tienen sus cinco sentidos en la remontada ante el Lokomotiv. Esta vez, a diferencia de lo sucedido en Moscú, segundas partes fueron buenas.

 

Para Bielsa, con la suma de los dos tiempos, «el balance es favorable a nosotros»

Marcelo Bielsa dijo que, en un análisis «global» del partido frente al Málaga, el 3-0 conseguido por su equipo fue «justo», a pesar de reconocer que en la primera parte su rival falló muchos goles y tuvo «comodidad para atacar».

Sin embargo, coincidió, «en el segundo tiempo fue distinto. No recibimos situaciones de gol y las provocamos, Defendimos muy bien y atacamos un poco mejor o igual que en el primero. Si sumamos lo que obtuvo cada uno de los equipos atacando y defendiendo en los dos periodos, el balance es favorable a nosotros», aseguraba.

Bielsa, además, aclaró que su decisión de dejar en el banquillo a dos habituales titulares como Llorente y Amorebieta se debió a que el delantero y el central eran «los más afectados por el cansancio residual» derivado del partido del pasado jueves en Moscú. «Cuando entraron, Amorebieta neutralizó a Rondón. Es un jugador con experiencia para el manejo de la fricción que propone un jugador como Rondón. Juzgo positiva su participación. Y en cuanto a Llorente, siempre tiene presencia en los ataques, y hoy también», subrayó.

Además, el argentino tuvo palabras de elogio para Gaizka Toquero, más gladiador que nunca ayer. «Su actuación ha sido muy, muy incidente. En el primer tiempo le dio presencia al equipo cuando nos estaba costando y en el segundo convirtió y fue una presencia significativa a pesar de no estar tan cómodo en los costados como en el centro», explicó. Que el jugador sacara los córners había sido una incógnita al estar en el campo Ander Herrera, pero Bielsa reveló el porqué de que lo hiciera Toquero: «Al no estar Susaeta para lanzar los córners le correspondía a Herrera, pero tenía molestias en el pubis y la tercera opción era Toquero». Y lo hizo con enorme fortuna. El propio gasteiztarra habló de los consejos que les dio Bielsa en el descanso: «Mantiene muy bien la tranquilidad, no pierde los nervios. Nos ha dicho las cosas que teníamos que mejorar, ha hecho los cambios, han salido y hemos conseguido dar la vuelta al partido. En el descanso sabe lo que tiene que hacer, estudia muy bien la primera parte, los errores que hemos cometido, hemos intentado arreglar esos errores y en la segunda parte hemos salido mejor».

Por su parte, Manuel Pellegrini, manifestó que, a pesar del 3-0 encajado, su equipo «creó trece llegadas al área y seis ocasiones de gol» en la primera parte que, en su opinión, debió haber sido «margen suficiente para haber ganado» el encuentro. «Perdemos el partido porque nos descuidamos en seis minutos en tres jugadas a balón parado. No hubo diferencias en cuanto a juego, el resultado se decidió en pelotas puntuales».

Muniain y De Marcos vieron la quinta amarilla

Dos de los jugadores rojiblancos que estaban apercibidos por tarjetas -el otro es Ekiza- vieron la quinta amarilla. Así, ni Muniain ni De Marcos estarán el próximo domingo ante el Villarreal, aunque esa tarjeta sí les permitirá estar al domingo siguiente en el derbi ante la Real Sociedad.

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