Champions League
Inédito derbi al más elevado nivel
Aunque parezca mentira, es la primera vez en que rojillos y vizcainos comparecen en El Sadar con serias opciones de competir por uno de los puestos que da derecho a jugar competición europea. De momento, los leones tienen dos puntos de ventaja sobre los navarros.
Natxo MATXIN
Como la economía, son muchos los que apuntan que el fútbol también está en crisis. No sucede así con el vasco, al menos si nos atenemos al de élite, donde ahora mismo Athletic y Osasuna -aunque los rojillos sigan prefiriendo hablar de permanencia como objetivo prioritario- pelean por hacerse un hueco entre los elegidos para disputar competición europea la campaña próxima.
Un aliciente añadido e inédito para un derbi que, lógicamente, tiene la carga intrínseca de la rivalidad, pero al que habrá que sumarle este domingo la pugna por hacerse con uno de esos puestos, algo que hasta ahora no había sucedido en el cruce entre ambas escuadras. De momento, el Athletic saca dos puntos de ventaja, pero una victoria rojilla en su feudo voltearía la situación del lado navarro.
Podría incluso suceder como en la temporada 1984-85, cuando ambos conjuntos se clasificaron para disputar torneo europeo, debutando Osasuna por primera vez en la Copa de la UEFA. Los entonces dirigidos por el serbio Ivan Brzic navegaron todo el año por la zona media, pero apretaron los dientes en el tramo final y una victoria por la mínima frente a la Real en la última jornada -sumada al mejor golaverage sobre los guipuzcoanos y el Espanyol- les llevó hasta el sexto puesto y al estreno por el viejo continente.
Sin embargo, cuando esa campaña se jugó en el feudo iruindarra todavía era la octava jornada -venció el Athletic 1-2- y las posiciones de ambos -sextos los rojillos y decimosextos los vizcainos- no hacían presagiar el doble éxito posterior. Tampoco en la segunda vuelta en San Mamés -los locales golearon 5-0-, pues en la jornada vigesimosexta los vizcainos eran décimos y los navarros estaban un puesto por detrás.
En la campaña 1990-91, punto álgido de la era Zabalza, Osasuna recibió a los leones en la cúspide de la clasificación -tercero por detrás de Barcelona y Atlético de Madrid-, refrendando una temporada histórica con un triunfo por la mínima gracias a un gol de Miguel Sola a la media hora de encuentro.
La buena situación de los encarnados contrastaba con un momento menos saludable de los vizcainos, que ocupaban en aquel momento la duodécima plaza. Confirmando el dicho de que segundas partes nunca fueron buenas, Javier Clemente había regresado al conjunto donde consiguió sus mayores logros, pero acabaría siendo destituido cuatro jornadas después de su derrota en El Sadar.
La etapa de Aguirre
Con la entrada del nuevo siglo, Osasuna regresó a la máxima categoría, pero tampoco en esta etapa coincidieron ambos clubes en sus mejores momentos, personificados en el caso de los rojillos en la figura de Javier Aguirre. Tras una primera campaña de muchos apuros, el técnico mexicano ya colocó a los suyos en la disputa de los puestos nobles en la 2033-04. Sin embargo, el plantel navarro fue perdiendo fuelle en el tramo final del campeonato, y muestra de ello fue la derrota ante los rojiblancos -1-2- en la penúltima jornada, cuando los encarnados ya estaban lejos de puestos de UEFA, ubicados décimos, mientras que el Athletic sí que consiguió el objetivo, al quedar quintos en la tabla.
A la temporada siguiente, Osasuna sí consiguió la meta continental, pero fue gracias a alcanzar la final copera y el Betis, a la postre ganador en la prórroga, disputar la Champions League. Ninguna de las dos escuadras vascas estuvo en la lucha por los puestos de privilegio, finalizando el Athletic noveno y los rojillos decimoquintos.
Tampoco en la 2005-06 coincidieron en dicha pelea. Los navarros vivían sus mejores momentos con la histórica clasi- ficación para la previa de Champions, mientras el Athletic pasaba por una etapa muy complicada, coqueteando con el descen- so y acabando decimoquintos.
La victoria encarnada en El Sadar de la jornada novena -3-2- ya hacía presagiar esa diferente tendencia, aunque los leones se tomaron cumplida venganza en la segunda vuelta con un 1-0.
El derbi llega con el Athletic ubicado en la quinta plaza y Osasuna en la séptima. Les separan dos puntos -37 y 35, respectivamente-, que los anfitriones podrían enjugar si consiguen una victoria en su feudo.
Más desnivelado en la década de los ochenta -la última de gran esplendor para el Athletic-, el derbi entre navarros y vizcainos en El Sadar se ha ido igualando a lo largo del presente siglo, con el regreso de Osasuna a la máxima categoría.
Cuatro victorias rojiblancas, otros tantos empates y tres triunfos rojillos dan testimonio del equilibrio que se ha vivido en las últimas temporadas en el feudo iruindarra. Así, a una época de gran rentabilidad para los leones, en la que consiguieron imponerse durante tres campañas consecutivas -entre la 01-02 y la 03-04-, se sucedió otra etapa en la que El Sadar se volvió bastante más inexpugnable.
Intercalando tres igualadas, los rojillos consiguieron superar a los vizcainos en la 05-06, 07-08 y 08-09, última vez que lo han hecho los anfitriones. Tras ello un empate y una última victoria rojiblanca la pasada campaña, no exenta de polémica por la celebración del 1-2 de Iker Muniain, que propició la remontada y que no sentó nada bien en la grada rojilla.
Ese gesto, sumado a la trascendencia de los puntos en sí, hace que en Iruñea se viva una sensación de ansiada revancha, que en este caso vendría con el caramelo añadido de poder colocarse en una inmejorable situación para pugnar por algo más que la permanencia.
La incógnita, y uno de los factores claves del envite, es saber cómo llegará de desgastado el Athletic tras su exigente compromiso de Europa League de mañana en Old Trafford ante el Manchester United. N.M.
