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El gobierno de UPN alteró a su favor los datos del Plan Navarra para fingir un mayor cumplimiento

El cierre del Plan Navarra da muestra del mayor fracaso inversor de la historia del herrialde. Su nivel de cumplimiento llega al 42%, pese a que el Gobierno foral dijo que había cumplido hasta un 69%. Sanidad es una de las áreas más perjudicadas por los incumplimientos.

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Aritz INTXUSTA

El bautizado como Plan Navarra 2012 es un macroproyecto de inversiones que nació en la etapa de Miguel Sanz. En él se detallaban todas las inversiones estratégicas y prioritarias que se iban a ejecutar desde 2008 hasta el 31 de diciembre de 2011. El Plan Navarra surgió de un acuerdo firme entre UPN y el PSN que, en ese tiempo, sostenía al Gobierno bajo una posición estratégica que Roberto Jiménez calificó de «oposición leal».

A finales de febrero pasado, el consejero de Economía navarro, Álvaro Miranda, presentó el último informe de seguimiento del Plan Navarra, el duodécimo que se emite desde que se anunciara ese gran acuerdo inversor UPN-PSN que, en parte, puso asiento económico al actual Gobierno navarro. Según Miranda, el Gobierno ha cumplido con el 69% del Plan Navarra, después de invertir en cuatro años 1878,2 millones de euros sobre un monto total de 2.719,4. Sin embargo, basta tirar de la hemeroteca oficial, para ver hasta qué punto se equivoca el consejero. El Plan Navarra tenía una inversión prevista de 4.508 millones de euros y, por tanto, en realidad se ha cumplido en un 41,7%. De hecho, el último informe contiene errores de bulto en el cálculo de los presupuestos que explican un poco cuál ha sido la estrategia seguida por el Ejecutivo navarro para maquillar su fracaso.

Destaca, por ejemplo, que en partidas de los 90, en el apartado de «actuaciones prioritarias» del Gobierno navarro, haya cinco donde la inversión prevista asciende a cero euros. ¿Qué sentido tiene que en un plan de inversiones a cuatro años se incluyan proyectos sin inversión? La única respuesta es que el Ejecutivo necesitaba adelgazar los más de 4.500 millones de euros iniciales, para que la cifra de gasto real pareciera más alta y aparentar una mayor eficacia en el cumplimiento del plan. Las partidas borradas en el último informe son: una residencia de ancianos y un centro de salud mental en Lizarra, la rehabilitación del Palacio Marqués de Rozalejo en Iruñea, otra residencia geriátrica en Tutera y el compromiso del TAV del Ministerio de Fomento. Afortunadamente, en internet continúan aún los datos originales de los proyectos (extraídos del informe de 2009, cuando, más o menos, se cumplía con lo previsto). Por ejemplo, los centros de salud mental estaban presupuestados en unos 3,5 millones de euros cada uno.

La inversión comprometida por Fomento es de mayor magnitud. Existe un vídeo promocional en el que se indica que, de los 4.508 millones del plan original, 631 llegarían de Madrid para pagar el TAV. En el informe de 2009, se afirmaba que el TAV costaría (incluida la estación de Iruñea) 1.500 millones y generaría 10.000 puestos de trabajo. La última noticia que se tiene, a finales de 2011, es que la alta velocidad costaría ya, por lo menos, 3.274 millones.

Sin embargo, la falta de un criterio serio para presentar las cuentas del Plan Navarra no sólo está en la eliminación de proyectos y partidas, también la encontramos en proyectos cuyas cuentas cuadran milagrosamente. Por ejemplo, el presupuesto del centro de esquí nórdico de Erronkari era de 1.587.000 euros y, finalmente, costó exactamente eso. Lo mismo ocurre con el nuevo edificio de Tracasa, presupuestado y ejecutado por 9.973.000 euros. Obviamente, esto no se debe a la pericia del contratista, sino que simplemente se tomó el dato del coste final y se eliminó el presupuesto. En realidad, el dinero que se había previsto para el centro de esquí era de 1.361.000 euros, 226.000 menos.

Otro de los detalles que muestran la falta de seriedad del último informe de seguimiento es el Plan de Aceleración de Carreteras, que incluye 29 actuaciones. Junto a este epígrafe aparece un asterisco que nos lleva a la siguiente aclaración: «Finalmente se han realizado 27 actuaciones, de las cuales 23 están terminadas». Eso sí, aunque dos obras se hayan eliminado, el sobrecoste de este apartado supera los 14 millones de euros.

Sanidad y bienestar social

Más allá del efecto maquillaje en las cuentas para fingir una mayor efectividad, el Plan Navarra puede considerarse, en sí mismo una media verdad. En los primeros informes, las actuaciones destacadas son las que se refieren a la Sanidad y a Bienestar Social. Y, sin embargo, la mayoría los proyectos se han quedado sin terminar. Las inversiones sanitarias estancadas o que se han quedado a medias son: la remodelación del Pabellón C, la remodelación de las zonas quirúrgicas del Virgen del Camino, el edificio de Urgencias del hospital, la remodelación de los quirófanos de Ubarmin y de los quirófanos de las Áreas de Salud, la mejora del servicio de Urgencias materno-infantil y el Plan de Ampliación de Centros de Salud.

Como se ha subrayado antes, peor suerte han tenido los centros de salud mental de Lizarra y Tutera, al que hay que sumar el de Iruñea que, pese a que se reconoce que debería de haber recibido 5,5 millones, no se ha gastado un sólo euro. Una retahíla de proyectos similar se puede elaborar con Bienestar Social (sólo se ha terminado el centro de Sarriguren) o en Educación, que tiene que conformarse con el nuevo conservatorio.

En el otro lado de la balanza están los proyectos que el Gobierno ha decidido priorizar por encima de los anteriores (pese a que en la publicidad del Plan Navarra se hacía hincapié en los que tenían un carácter más social). Después del proyecto de autopistas y carreteras, la partida más importante ha recaído en la primera fase de Riegos del Canal de Navarra (141 millones) a los que habría que sumar las obras del Canal, donde se han gastado 222 millones, pero que aún no se ha terminado, ya que aún habrá que gastar 60 millones más.

Otra de las partidas destacadas es la del Pabellón Navarra Arena, donde el Gobierno reconoce haberse gastado ya 40 millones y que costará otros 20.

CURIOSIDADES

En las partidas de los años 90, en el apartado de «actuaciones prioritarias» del Gobierno foral figuran cinco en las que la inversión prevista son 0 euros.

SOBRECOSTE

El Plan de Aceleración de Carreteras ha costado 14 millones de euros más de lo esperado a pesar de que se han realizado dos actuaciones menos de las que estaban previstas.

PABELLON

En el polideportivo Navarra Arena de Iruñea se llevan gastados ya 40 millones y el Ejecutivo navarro reconoce que su remate costará, por lo menos, otros 20.

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