Con el precio de los combustibles marcando récords históricos, el Athletic prefiere economizar. Pese a las polémicas, de mayor o menor grado, surgidas en los últimos días, el presidente Josu Urrutia no quiso echar gasolina al fuego y apostó por un tono conciliador en su repaso a la actualidad rojiblanca.

Empezando por la elección de la sede para la final de Copa, en la que la Federación Española se decantó por la opción planteada por el Barcelona. Urrutia explicó profusamente cómo se había desarrollado todo el proceso, desde que los dos rivales se reunieron por primera vez en Madrid. O incluso antes, cuando comenzaron los contactos para estudiar la posibilidad de que el encuentro se disputase en el Santiago Bernabéu. Después de que portavoces de la Federación le dijeran que el estadio madridista no planteaba problemas, «llamé a Florentino Pérez para explicarle que el Athletic iba a proponer el Bernabéu y le expliqué los motivos. Principalmente dos, que queríamos un buen campo y que entrara el mayor número posible de aficionados del Athletic. Me dijo que no iba a ser posible, yo le dije que en la Federación me habían dicho que no constaba ninguna negativa, él me dijo que sí y que le sorprendía eso. Y entramos en una conversación en la que no avanzábamos, porque él me explicaba unos motivos y yo lo entendía, pero en una posible previsión, yo le decía que si el Real Madrid disputase la final de Champions el 19 y recibiese al equipo en el Bernabéu el 20, las obras empezarían el 21. Y estaríamos hablando de cuatro días, del 21 al 25 de mayo. Le pedí que reflexionara». Pero la respuesta fue similar. «Cuando se da la primera reunión, el 13 de febrero, el Barça también considera el Bernabéu como campo ideal por los dos mismos motivos. Y en ese momento sí nos dice la Federación que ha tenido una conversación con el Real Madrid y que no va a ser posible».

Aún así, se pidió a la Federación que lo solicitara oficialmente. Y al mismo tiempo, se empezó a trabajar en el estudio de las tres posibilidades -Calderón, Cartuja, Mestalla- que esta ofrecía. Cuando la negativa del Real Madrid fue definitiva, el Athletic apostó por el estadio sevillano, «partiendo de las mismas premisas. Un buen terreno de juego y el máximo número posible de aficionados en el campo. Consideramos que de las tres opciones era el que mejor las cumplía. También por una cuestión de experiencia, porque allí se han disputado una final de UEFA y otra de Copa. Y de orden público porque entendemos que hay espacio suficiente como para organizar a aquellos aficionados que pudiesen viajar pero no tuviesen la oportunidad de vivir el partido desde dentro». En el club rojiblanco, además, veían otra ventaja sobre el Vicente Calderón, la opción planteada por el Barcelona. Ambos estadios acogerán un concierto, pero la Cartuja lo hará antes, lo que deja más días para la puesta a punto del terreno de juego.

No hubo acuerdo y la decisión se dejó en manos de la Junta directiva de la Federación Española. El resultado ya es conocido y Urrutia no quiso ponerle peros, al menos públicamente. «¿Me parece bien el Calderón? Sí, así se ha decidido y punto final. ¿Me parecía mejor La Cartuja? También. ¿Y me parecía mejor el Bernabéu que La Cartuja? También». Un tono sin estridencias que el presidente rojiblanco extendió al resto de cuestiones relacionadas, ya fuera la negativa del Real Madrid, la decisión de la Federación o la ausencia del Barcelona en la última reunión.

Recordó que a él le toca «defender los intereses del Athletic, que es para lo que me eligieron, y es lo que intento». De lo que haga el resto con los suyos, no hay valoraciones. Negó, asimismo, que las relaciones con el Real Madrid se hubieran enturbiado o que tras la negativa de Florentino Pérez hubiera declarado su deseo de que la final no se disputara en Madrid.

El derbi de El Sadar

Tampoco quiso Urrutia alimentar polémicas con lo sucedido la víspera en el derbi, ya fuera en el palco -adaptó el tópico para asegurar que «lo que pasa en el palco, queda en el palco»- o sobre el césped, con los insultos a Munian o la actuación de los recogepelotas. Respecto al jugador, aseguró que le recordaba a las situaciones que le tocó vivir a Joseba Etxeberria. «Era un jugador maduro para sus 17 años e Iker es un jugador maduro que se centra en el partido, que es lo más importante». Y en lo concerniente a los balones lanzados al campo, prefirió limitarse a señalar que «dificultaban muchísimo que el juego tuviera continuidad».

Tampoco quiso poner de relevancia ningún roce con la directiva de Osasuna. «El trato fue correcto -aseguró-. No tengo gran relación con ningún presidente. Llevo ocho meses y mi relación es correcta y cordial con todos y no tengo ninguna tirantez excesiva con ninguno».

El capítulo de renovaciones, por último, también tuvo su momento. Respecto a la de Bielsa, el presidente aseguró que la única diferencia «es una palabra, Marcelo dice que no quiere seriales y yo que no quiero culebrones». Y punto porque es probable que la decisión, sea la que sea, se posponga hasta final de temporada.

Tampoco hay fechas concretas, aunque sí «optimismo» en lo que se refiere a la continuidad de Fernando Llorente. «El club quiere que siga el jugador y el jugador quiere seguir en el Athletic. Es un buen punto de partida ».