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«Ningún actor se plantea un plan. La cuestión es trabajar»

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Oliva Colman

Actriz protagonista de «Redención»

Con su furiosa y maravillosa actuación en la película «Redención» (traducción en la versión española de «Tyrannosaurius», del director Paddy Considine, que se estrenó el pasado viernes en las salas comerciales), junto a Peter Mullan, esta actriz inglesa ha dado de una vez por todas el salto de la comedia al drama. Muchas son, pues, las razones para tomársela muy en serio.

Janina PEREZ ARIAS | DONOSTIA

Cada cierto tiempo surgen actrices ante las cuales nos preguntamos: ¿dónde ha estado esa mujer todo este tiempo? Con Olivia Colman esa pregunta brota a cada segundo que transcurre «Redención» («Tyrannosaurius»), donde interpreta a Hannah, una mujer atrapada en las garras de su esposo violento y que encuentra sosiego en la religión y en su afán de ayudar al prójimo. Por este trabajo, esta actriz de larga trayectoria fue premiada en Sundance.

Al ver a Hannah su personaje, con tantos matices y oscuridades, se puede pensar que requirió de una gran preparación...

Tuve el temor de llorar sin control. Entonces, leí solamente los estudios de casos como el de mi personaje, y lo que ya estaba escrito era, además de fuerte, muy bonito. Pude entender que alguien amé a su marido por preocuparse por ella.

¿Dónde encontró todo ese miedo que hace que la audiencia sufra como Hannah?

Creo que todo el mundo tiene ese cúmulo de emociones. Claro que también te puedes imaginar el miedo, la furia... No soy una actriz de método (reflexiona), no... (risas). Una escena como la pelea con Eddie (Marsan, en el papel de su esposo James), no la había interpretado jamás. Nunca había gritado de ese modo, tampoco había experimentado una cosa como esa. Después de rodarla, necesité como 20 minutos para recobrar la calma, estaba temblando de la rabia. La escena salió bien y, aunque sé que no fue «de verdad», sentí que vino desde un sentimiento real muy dentro de mí... (calla). Lo siento (sonríe), creo que estoy contando tonterías... (risas).

¿Cuál fue para usted la escena más difícil de la película?

Durante todo el rodaje nos sentimos seguros y cómodos. Aunque no tuve la sensación de que fuera difícil, teníamos la preocupación de que no resultara natural. Particularmente, en la escena de la lucha con Eddie y en las otras que eran así de fuertes, Paddy se aseguró de que nos sintiéramos con la suficiente confianza para realizarlas. Otra gran ventaja en relación a esa escena, ue también que Eddie y yo nos conocemos desde hace tiempo.

¿Tiene una escena favorita de «Redención»?

Me encanta cuando Peter y yo estamos en el bar y cuenta una divertidísima historia. Me fascina la reacción de Peter ante ese «¿Estás bien Joseph?» (engola la voz) que sale desde algún lugar de la sala. Ese fue Paddy, pero no se ve. Me gusta también la escena de la reunión por la muerte de Jack: Cuando estábamos haciendo otra escena, había un cantante callejero que estaba molestando. Paddy se le acercó y le preguntó si podía cantar una canción de alguien que se llamaba Jack y le pidió que volviera en una semana; y ese es el cantante del velatorio de Jack. Estuvimos toda una tarde rodando esa escena y riéndonos mucho, con bastante alcohol (se sonríe). Al final, creo que resultó muy cálida.

Considerando que él es actor, ¿cree que es diversa la dirección de Paddy Considine?

Sí, es realmente diferente, aparte de que es todo un caballero, pues hizo siempre lo posible para que no me sintiera como un pez fuera del agua. Me dio un rol profundamente dramático y sabía que lo podía hacer, pero no quería decepcionarlo. Paddy nunca me dejó caer, es que cuando te enfrentas a un papel de ese tipo, sientes que puedes tomar las decisiones erróneas. En las escenas más difíciles él estuvo allí todo el tiempo, y eso hizo que sintiera más confianza.

¿Cómo fue tomar la decisión de dar el salto al drama?

No fue una decisión. Es que tampoco fue un plan trabajar en comedia. Creo que ningún actor se plantea un plan, la cosa es trabajar. Paddy me dio esta oportunidad y la verdad es que ha representado un giro en mi carrera.

La mayoría de los actores cómicos dan mejores resultados en drama...

Así parece. Hay actores que dan la sensación de que pueden hacer de todo. No sé por qué... Siempre quise hacer drama, ya que había trabajado mucho en comedia.

¿Cómo lleva esa sensación de que tal vez la gente no la tome en serio?

La verdad es que nunca he tenido ese sentimiento (risas). Pero si alguna vez el público lo tuvo, ojalá empiecen a tomarme en serio.

¿Cuáles son los «ídolos» que tiene en mente en tu trabajo?

Hay tanta gente a la que tengo en mente... Obviamente, una de las actrices que siempre tengo presente es Judi Dench, y por supuesto Paddy... Verlo actuar es extraordinario y, como director, es muy instintivo.

Trabajar al lado de Peter Mullan y Meryl Streep -en «La Dama de Hierro»- puede ser un poco intimidante, ¿cómo fue la experiencia?

Me di cuenta de que mientras más grandes son las estrellas, más dulces son. Ellos no tienen nada que demostrar y en cuestión de segundos te olvidas del gran actor que tienes enfrente, así que esa presión inicial desaparece por completo. Meryl es una mujer divertidísima, muy maternal, muy cercana e increíblemente solidaria. Y Peter es uno de los actores más generosos con los que he trabajado, es adorable.

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