Domingo de Insurrección
Los rojiblancos sufrieron en los minutos iniciales para ofrecer después a San Mamés no solo una importante victoria que le vuelve a acercar a puestos europeos, sino un derroche de entrega física, velocidad y fútbol que a estas alturas de campaña se antoja increíble.
ATHJLETIC 1
SEVILLA 0
Joseba VIVANCO
Dijo el técnico sevillista Michel en la previa del partido que este Athletic era un equipo «rebelde». De los muchos calificativos y halagos con los que se ha alabado a los rojiblancos esta temporada, este representaba una novedad. Y no andaba desencaminado el preparador exmerengue. El Domingo de Resurrección se travistió en La Catedral en Domingo de Insurrección.
Este Athletic se rebela contra todo y contra todos. Se insubordina ante el dictado de que a estas alturas de campaña y con lo que llevan encima es imposible seguir corriendo y presionando como lo hacen hasta el pitido final; se sublevan ante su propio público que aguanta la respiración cada vez que sacan el balón jugado desde atrás en un equilibrio casi circense; se amotinan ante el empuje de la grada que les reclama `amarrar' en los minutos postreros y ellos siguen sacando de banda como si estuvieran por debajo en el marcador; y se insurreccionan ante cualquier equipo que venga a San Mamés y quiera ponerles en aprietos, como lo hizo el Schalke hace unos días o como lo intentó hacer ayer el Sevilla.
Un equipo de rebeldes, pero con causa. La causa de un Loco del fútbol, bajo cuya biblia futbolística los rojiblancos volvieron a ofrecer otra tarde de derroche físico y futbolístico. «El talento es como un bebé, hay que alimentarlo», dijo la venerada fotógrafa Annie Leibovitz. Y eso es lo que Marcelo Bielsa está haciendo con estos chavales, alimentar su cualidades y sacar lo mejor de sí mismos.
El partidazo de Susaeta volvió a ser para enmarcar; el derroche físico, de pundonor y futbolístico de Muniain sigue clamando al cielo a sus 19 añitos; en lo que se ha convertido Ander Iturraspe en este equipo no tiene nombre; entra Ekiza y es capaz de sisarle el monedero al propio Bonini; Amorebieta cada día va más sobrado... Partido brutal el de ayer, veloz, sin respiro, sin tácticas, sin cuartel, un regalo a la grada donde el Sevilla propuso y casi que se arrepintió al no poder sostener el envite.
Los de Michel saltaron al césped con su vanguardia profanando el mismo área de Iraizoz y al minuto de juego ya la había tenido Negredo en una contra, volvió a salvar Iraola al minuto siguiente ante el `9' sevillista y dos más tarde Kanouté disparaba alto desde lejos. La Catedral contenía el aliento ante unos minutos iniciales que pudieron ser peores si Amorebieta no saca un balón sobre la línea de meta tras un fallo de Iraizoz.
Bielsa saltaba al verde antes que ningún día y, quién sabe si a raíz de ese lenguaje no verbal, sus leones espabilaban y Llorente no acertaba a enviar el balón a red en las mismas manos de Palop. Ocasión marrada. No había tregua. Negredo la volvía a tener y la réplica la daba un electrizante Muniain en la contra siguiente. ¡Qué combate!
Diez minutos de idas y venidas sobre ambas porterías, con dos equipos volcados y un Athletic que decidió aceptar el pulso del Sevilla, un reto que los andaluces pronto se vio que no estaban dispuestos a mantener y a partir de ahí los bilbainos marcaron el ritmo y los tiempos del partido. Siempre de cara, siempre hacia arriba.
Mientras en defensa los rojiblancos jugaban a veces con el filo de la navaja, permitiendo arriesgados uno contra uno como el que propició un disparo alto de Negredo tras fallo de Ekiza, arriba eran auténticos estiletes. Por momentos, San Mamés se asemejó a un tablao flamenco, con taconazos por doquier a los que solo les faltó el remate final a la red. El tiqui-taca de Susaeta, De Marcos e Iraola fue de escándalo. Y en banda izquierda, Muniain, Aurtenetxe y puntuales combinaciones con Herrera, hacían parecido daño en la zaga andaluza. En una de esas, Herrera trazó en profundidad, Aurtenetxe templó y Llorente la envió al larguero. Su primer palo en San Mamés esta campaña. Seguía faltando la guinda.
No hubo cambios al descanso en los locales. Señal de que Bielsa estaba contento con los suyos. Y más cuando salieron de inicio decididos a poner cerco a la meta de Palop. Y fue una jugada mezcla de balón largo de Amorebieta para Llorente y la habilidad en banda entre Muniain y Susaeta, para que con todo el tiempo del mundo, el eibartarra la pusiera en la `almendra' del de Rincón de Soto. Su decimoquinto gol en Liga. Decimoséptimo gol de cabeza del Athletic. El tanto que iba a dar los merecidos tres puntos.
Al Sevilla no le quedó otra que adelantar su defensa e irse a por el empate, pero quien realmente tuvo en sus botas el gol fue el Athletic. Con un pletórico Susaeta y una presión asfixiante sobre un Sevilla con más artificios que fuego real, los rojiblancos, bien sustentados en Iturraspe y su pareja de centrales, pudieron aumentar la ventaja si el eibartarra hubiera culminado una vaselina sobre Palop; si un balón de San José no se hubiese topado con el poste tras una gambetada de escándalo de Iker; si Iraola hubiera ganado en un mano a mano al veterano portero; si a Aurtenetxe no se le hubiera ido aquel balón demasiado alto; si Toquero afinara su puntería... Insurrectos. Rebeldes con causa. Bendita locura.
El entrenador Marcelo Bielsa reconoció sentirse «aliviado» por la «justa» victoria lograda frente a un «rival importante» como el Sevilla, ante el que ha roto una racha de cinco partidos sin ganar en los que solo había sumado un punto en su casillero. «Me pareció una actuación que merecía la victoria que conseguimos. Después de la sucesión de resultados adversos este triunfo mejora las sensaciones», subrayó el técnico argentino antes de destacar la «constancia» en el juego ofensivo y la «organización, a partir del minuto 10» en la parcela defensiva.
«En la misma medida que tuvimos que soportar opciones del rival, nosotros tuvimos suficientes como para imaginar un marcador con más de un gol. El partido mereció bastantes más goles de los que se concretaron», apuntó un satisfecho técnico rosarino.
El argentino reconoció que los nueve puntos que se van a disputar en el plazo de una semana «presuponen opciones de modificar las posiciones de los equipos que disputan los puestos europeos», aunque evitó «sacar conclusiones» sobre las opciones rojiblancas hasta después de enfrentarse al Granada y el Mallorca. «Hay que enfocar cada partido», apostilló Bielsa, antes de destacar la aportación en el partido de Markel Susaeta y de Ander Herrera, de quien se ha alegrado que mostrara «su versión genuina» de «dinamismo, intensidad e incidencia en el juego» después de varios encuentros por debajo de su nivel.
Por su parte, el técnico sevillista Michel, dijo haber perdido tres puntos, que «sabiendo lo que nos jugamos, necesitábamos un poco más de nosotros y no esperar al rival. Ahí se nos ha ido el partido, no en el buen partido del Athletic».
La brutal actuación de la Ertzaintza la noche del jueves, tras el partido de Europa League, y que se saldó con un joven ingresado en estado de coma, no pasó por alto ayer en San Mamés. Al inicio del partido, en el fondo norte se desplegó una pancarta en la que se podía leer: ``Animo Iñigo. Herria zurekin''. La consigna iba dirigida a Iñigo Cabacas Liceranzu, el chaval de 28 años que resultó herido por un pelotazo de la Policía autonómica, según insisten en denunciar sus familiares y allegados
El parte médico difundido en la mañana de ayer indica que el paciente «persiste en su estado de coma, intubado y conectado a ventilación mecánica. Sin cambios importantes en el resto de constantes. Persiste el pronóstico muy grave».
En declaraciones que publicaba ayer el diario ``El Correo'', familiares del joven herido y varios amigos que estaban con él cuando sucedieron los hechos creen que fue una pelota de goma disparada por la Ertzaintza la causante de las lesiones. «Mi hijo tiene un boquete en la cabeza», asegura contundente la madre.
«Fueron decididos a hacer daño. Estábamos en una especie de plazoleta que hay junto a María Díaz de Haro. Disparaban pelotazos a menos de veinte metros», aseguran los amigos que estaban junto a Iñigo.
Una nueva carga policial y con un resultado dramático que ha vuelto a desatar todo un aluvión de críticas en las redes sociales, y todo motivado por una pelea inicial entre dos personas que derivó en la irrupción de decenas de uniformados. También ayer en el campo, se dejaron oir gritos de «asesina» hacia la Policía.
Un solitario gol de Santamaría ante el Pamplona en Lezama mantiene al Athletic Juvenil de División de Honor que dirige Bingen Arostegi en la pugna con Real Sociedad y Danok Bat por las plazas de su grupo. Los tres equipos están empatados a puntos a falta de la última jormada, con los donostiarras primeros, seguidos de los de Maiona y terceros los cachorros. Solo el primero acudirá a la Copa de Campeones y todo queda pendiente de esa última jornada.
El Athletic infantil de segundo año que entrena Iñigo Lizarralde se proclamó ayer campeón de la Oviedo Cup de su categoría al derrotar por 3-0 en la final a la Real Sociedad. El equipo alevín quedó cuarto tras perder en el partido de consolación ante el Barcelona.
