GARA > Idatzia > Mundua

Revés conservador y derrota personal de David Cameron

La pérdida de diez gobiernos municipales ha supuesto una derrota para el Partido Conservador británico, suavizada por la victoria en Londres.de Boris Johnson que, sin embargo, representa una versión de la ideología tory ajena a la línea oficial del partido. A dos años de las generales, con Gran Bretaña entrando en una segunda recesión, sin un milagro económico en perspectiva, y con la coalición de gobierno en peligro, los laboristas consideran encarrilada su vuelta al Gobierno de Londres.

p026_f01_199x112.jpg

Soledad GALIANA

Realmente celebra el primer ministro británico, el conservador David Cameron, la victoria del también conservador Boris Johnson en la elecciones a alcalde de Londres? Si bien es cierto que la victoria en la capital inglesa suaviza la pérdida de 405 concejales y diez gobiernos municipales, también personaliza el fracaso electoral en la figura del primer ministro.

Como todos los medios apuntan, la victoria de Boris Johnson se centra en una versión personalizada de la ideología conservadora -lo que se ha dado en llamar el «conservadurismo cosmopolita compasivo»- que le ha servido para desasociarse de la línea oficial del partido, representada por la personalidad de David Cameron, y retener la alcaldía de Londres, aunque por un margen menor que el esperado.

Además, Johnson se enfrenta a un mandato incómodo, ya que la Asamblea de Londres, que examina las actividades del alcalde está controlada por los laboristas, que han ganado cuatro escaños y se sitúan con doce a la cabeza de la institución que durante los próximos cuatro años monitoreará las actividades del alcalde londinense.

Dejando de lado el juego de números, una victoria es una victoria, y Johnson ha sido claro en sus aspiraciones políticas, y Cameron sabe que en él cuenta con un adversario si las circunstancias le permiten mantenerse como líder conservador en cuatro años, una vez que Johnson complete su mandato como alcalde.

Hasta entonces, el primer ministro británico deberá decidir si, gira a la derecha para satisfacer a los conservadores tradicionales, sigue la doctrina de Johnson para apelar a votantes no conservadores o mantiene su línea política actual (conservadora pero con concesiones al liberalismo de sus compañeros en la coalición).

Y hablando de liberales, estas elecciones demuestran que el partido del vice-primer ministro, Nick Clegg, se consume en esta coalición de gobierno. En las elecciones locales de 2011, el partido liberal perdió un 41% del voto. Pasemos página y algunos meses, y los liberales pierden otro 44%, el equivalente a 336 concejales, reteniendo solo 431 de los cargos locales a elegir en esta votación.

Esta es la primera vez que el partido Liberal Demócrata cuenta con menos de 3.000 diputados. Un nuevo récord para Clegg, cuyo liderazgo vuelve a ser cuestionado, así como su aportación en la coalición de gobierno, donde las políticas liberales han sido anuladas por el celo conservador.

Si el trabajo en el gobierno local siembra las victorias en las generales, los liberales tendrán poco que cosechar en 2014. A dos años de las elecciones generales, con Gran Bretaña entrando en una segunda recesión, y sin un milagro económico en perspectiva, con la coalición en peligro por los conservadores exigiendo un giro a la derecha y los liberales a la izquierda, los laboristas consideran encarrilada su vuelta al gobierno de Londres. Si los resultados de esta semana se repitieran en las generales, el próximo gobierno sería laborista y con mayoría parlamentaria. En estas locales los laboristas han ganado 823 concejales, y a pesar de no querer echar las campanas al vuelo, sí es cierto que el partido liderado por Ed Miliband se encuentra en plena recuperación después de tocar fondo en las generales de mayo de 2010.

Ahora existe una diferencia clara entre los laboristas, que han conseguido 38% de los votos, frente al 31% de los conservadores, incluso los liberal-demócratas, que consiguen mejores resultados en las municipales que en las generales, se quedan cortos de los resultados cosechados en las generales.

Es importante considerar también la polarización del electorado, el norte laborista y el sur conservador, que parece haberse establecido en estas elecciones. El problema para los conservadores es que mientras los laboristas mejoran su voto en el sur de Inglaterra, también lo incrementan en el norte, mientras que el fracaso conservador en el noroeste de Inglaterra fue una de las razones por las que el partido no obtuvo la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico.

A ello se unen las dificultades de los conservadores en el control de grandes ciudades, que siguen votando por el laborismo y el fracaso casi total de la iniciativa conservadora de elección directa de alcalde que fue votada en referéndum el pasado jueves en once ciudades británicas.

Birmingham, Bristol, Coventry, Leeds, Manchester, Newcastle-upon-Tyne, Nottingham, Sheffield, Wakefield votaron en contra de la propuesta, y únicamente Bradford a favor. Por su parte, Doncaster votó a favor del mantenimiento de la elección directa.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo