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Urgarden, porque las riberas de los ríos no deberían ser vertederos de basura

Las riberas están sucias, ¿por qué no las limpiamos nosotras? Dicho y hecho. Un grupo de chicas jóvenes se puso hace tres meses manos a la obra, en la medida de sus posibilidades, en el Urumea y el Oria. Una llamada de atención frente al abandono de los cauces fluviales.

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Imanol INTZIARTE |

Entre Lasarte y Zarautz, el ferrocarril de Euskotren recorre la orilla del río Oria. A principios del año, en uno de estos trayectos y mientras miraban por la ventanilla a la altura de Usurbil, la alemana Anja Bernecker y la anglodanesa Malou Henriksen se fijaron en la suciedad que colgaba de los árboles.

«Podíamos entender que era efecto de las inundaciones, pero ya habían pasado hacía meses. Nos preguntamos cuándo iban a limpiarlo. Ni siquiera sabíamos si lo iban a limpiar, aunque ahora sabemos que no tenían intención de hacerlo en ningún momento. Nos sabíamos quiénes eran los responsables, pero no quisimos esperar a saberlo, por lo que decidimos empezar nosotras. Y un día, a principios de marzo, pasamos a la acción», explica Bernecker.

Así nació Urgarden, en su origen un grupo de siete chicas extranjeras que residen en Gipuzkoa y que cada dos o tres semanas organiza la limpieza de un tramo fluvial. Arrancaron el 10 de marzo en el Urumea, a la altura de Hernani: «Recogimos tanto en dos horas que no sabíamos qué hacer con toda la basura y entendimos que necesitábamos más apoyo si queríamos hacerlo bien».

Entonces montaron un blog -urgardenbai.blogspot.com- y comenzaron a contactar con ayuntamientos, asociaciones de vecinos y otros colectivos. En estos casi tres meses se ha ido sumando más gente. «Agradecemos de manera muy especial la ayuda de las que se desplazan de un pueblo a otro, de un barrio a otro para limpiar el río aunque no sea el `suyo'», subraya la joven alemana.

Normalmente, la cita suele ser un sábado por la mañana y el trabajo se prolonga durante dos o tres horas. Hasta la fecha, suman cinco actuaciones en el Urumea y una en el Oria. Este sábado van a por la séptima, será en el río que desemboca en la capital guipuzcoana, a la altura de Txomin-Enea.

A la hora de diseñar cada convocatoria, ojean la tabla de mareas para ver a qué hora es la bajamar y eligen lugares de fácil acceso y sin riesgo.

Son ya cerca de 200 las personas que han tomado parte y, destacan, se han escuchado una decena de idiomas diferentes. Así que la experiencia sirve también para desoxidar esos conocimientos de inglés o alemán, por ejemplo, que se estaban quedando roñosos en algún recoveco del cerebro.

Su tarea supone un pequeño aldabonazo en la conciencia de los guipuzcoanos. «Lo que hemos ido comprobando es que la presencia en el río de tantos objetos no sólo tiene su origen en las inundaciones; también los vertidos de gente irresponsable, las huertas ubicadas en los márgenes que están llenas de bidones que acaban en el agua, las zonas traseras de los pabellones industriales...», critica.

Vertidos, residuos, escombros...

Bernecker insiste en que es la mano del ser humano la principal culpable: «Con nuestra iniciativa nos hemos acercado a rincones del río que antes no conocíamos. Esto nos ha permitido disfrutar de espacios preciosos pero, al mismo tiempo, comprobar que hay miles de neumáticos, cables, bidones, aparatos eléctricos, colchones, hay árboles derribados en el cauce, hay vertidos de saneamiento, vertidos de lodos de las obras del TAV, vertidos de limpiezas de los polígonos industriales...», denuncia.

Pero lejos de caer en el desánimo, prefieren pensar que lo que están haciendo supone un granito de arena para mejorar nuestros cauces. «Hemos conseguido que un vertido de saneamiento en Hernani sea anulado tras nuestro aviso, o que los arboles cruzados en el río haciendo presa vayan a ser retirados».

«Urgarden se ha convertido en una especie de observatorio del estado del río Urumea. Lo que tenemos que conseguir es que algún día sea un espacio natural y de recreo que no suponga una amenaza por inundación o contaminación. Estamos lejos de ello porque no parece ser muy importante para las instituciones», comenta.

txindoki

«Cuando subimos el Txindoki, no vemos basura. Cuando andamos por las calles de Donostia, no vemos basura. Entonces, ¿por qué cuando pasamos por los ríos y los valles debemos ver tantos desechos?», se pregunta Urgarden en su presentación en la red.

en junio

Su próxima actuación será este sábado en el Urumea, a la altura de Txomin-Enea. Luego irán al Oria, el 16 junio en Usurbil y el 30 en Tolosa. Toda la información sobre horarios y lugares de encuentro en «urgardenbai.blogspot. com».

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