En una comparecencia en la que participaron la responsable de Acción Sindical, Garbiñe Aranburu, la secretaria de la Federación de Servicios Públicos, Arantza Sarasola, y el responsable del sector de Industria, Asier Imaz, el sindicato LAB propuso al resto de los sindicatos que la negociación del convenio se haga por sectores, «abrirnos a acuerdos marco sectoriales de comunidad autónoma» en palabras de Aranburu, de forma que se dé prioridad al marco provincial sobre el estatal.

En este sentido, Aranburu añadió que estos convenios deberán tener carácter de mínimos y no podrán ser «empeorados» en las empresas. Precisa- mente, el sindicato LAB denunció el intento de la patronal de «dejar morir» la negociación para que, con la aplicación de la reforma laboral, imponer los acuerdos de empresa o, en su defecto, el convenio estatal.

Sin acuerdo de mínimos

En la rueda de prensa, los dirigentes de LAB asumieron que en las conversaciones que mantuvieron hace varias semanas con el resto de sindicatos no lograron arrancar acuerdos de mínimos, aunque no descartan que «se den coincidencias en temas puntuales y dependiendo del sector o del tipo de movilizaciones que se planteen».

Desde LAB citaron el caso del Metal como uno de los más urgentes. En relación a ello, Aranburu declaró que «el hecho de abrir los acuerdos marco sectoriales para blindarlos frente a la negociaciación estatal no lo vamos a llevar a todos los sectores, pero el metal sí va aser uno de ellos por el peso específico que tiene y porque la negociación está abierta en los tres herrialdes. El tiempo también nos obliga a agilizar las movilizaciones y en breve haremos propuestas porque los plazos corren en nuestra contra», puntualizó Aranburu.

Tras insistir en la necesidad de llegar a blindar el marco laboral vasco, denunciaron que desde distintos ámbitos, en referencia a la patronal y a las instituciones públicas, «se está cuestionando y criminalizando el derecho a la huelga». En este sentido, pusieron el ejemplo del paro de dos horas del jueves en la Administración y «la extensión del bulo de que no se podía hacer un paro de dos horas, salvo que se descontara la jornada completa a los trabajadores». Aramburu calificó este rumor de «auténtica decisión política».

Asimismo, se refirieron al caso del BEC de Barakaldo en el que los responsables prohibieron a los trabajadores realizar la huelga durante la celebración de la Bienal de Máquina-Herramienta aduciendo que iba a «hacer mucho daño» a la feria.