De la mano de EKHE, empresa promotora de este periódico, en la tarde de ayer se llevó a cabo la presentación pública de NAIZ, un proyecto comunicativo que busca responder a los retos que plantea un sector que se halla en plena ebullición y que lleva años intentando reinventarse. En un momento en el que las malas noticias se acumulan en el ámbito de la comunicación, sacudido doblemente por la crisis, el nacimiento de este medio digital es un hecho reconfortante.

NAIZ surge con varios objetivos. El primero de ellos, responder a las expectativas de quienes conforman su comunidad natural, que son, porque deben serlo, muy altas. Aquellas personas que han aguardado expectantes hasta la cita de ayer, con el cosquilleo intranquilo de quien siente suyo este nuevo proyecto, esperan encontrar un buen producto, una herramienta que aporte valor añadido y sepa cubrir las necesidades informativas de este país. Atender esa demanda será uno de los retos. Asimismo, NAIZ tiene también un cometido vertebrador, de dar cuerpo a un grupo humano amplio y plural que tiene una forma propia de mirar a Euskal Herria y al resto del mundo, y ser, además, una ventana para aquellos que desde otros rincones del planeta anhelan conocernos. Del mismo modo, como medio de comunicación deberá hacer su propia aportación a la nueva realidad que se está construyendo en este pueblo y que tanta ilusión ha despertado en sus gentes.

Porque, aunque NAIZ se presenta ante el mundo cuando el mundo es más inhóspito y voluble que nunca y la incertidumbre es la nota dominante, lo hace también en un momento en el que en Euskal Herria se abre un tiempo de cambio y de esperanza, y debe saber ser una herramienta adecuada para ese nuevo tiempo. Para lograrlo contará con un gran equipo de profesionales y, sobre todo, contará con miles y miles de personas que dejarán cada día sus aportaciones. Porque NAIZ, sobre todo, sois vosotros y vosotras.