Bildu afirmó ayer que el Programa Etxelan que presentó Kutxabank «responde únicamente a objetivos económicos y financieros; pretenden presentar como plan pionero lo que no es mas que un `lavado de cara' que oculta la intención de poner la obra social al servicio de su estrategia financiera. El objetivo final es el mismo, incrementar beneficios». Por ello, anuncia que esta próxima semana planteará medidas directas para evitar el impacto de los desahucios,

La formación soberanista señaló que Kutxabank tiene «responsabilidad directa» en el origen de la situación de crisis actual y «ha participado de la estrategia financiera que ha colocado a muchas familias en la imposibilidad de hacer frente al pago de sus viviendas. Y ahora vienen con la solución fácil: evitar pérdidas económicas con fondos de la obra social».

Dilapidar la obra social

Para Bildu, la propuesta supone «dilapidar los ya de por sí mermados fondos de la obra social soportando las pérdidas derivadas del negocio hipotecario. Esta maniobra es inaceptable. Debe asumir con sus fondos la responsabilidad de las consecuencias de sus negocios financieros». Como primer paso para afrontar este problema, que afecta a muchos ciudadanos vascos, Bildu pide que se paralicen los desahucios, se suspendan las ejecuciones hipotecarias y se denuncie «la brutalidad social que supone poner a la gente en la calle».

La formación soberanista considera que este grave problema de los desahucios debe abordarse desde su raíz, por lo que anuncia que planteará la próxima semana una línea de actuación al respecto.

Por otro lado, la compromisaria de la izquierda abertzale en la Asamblea de BBK, Arantza Urkaregi, aseguró ayer en declaraciones a GARA que el Plan Etxelan que «es supuestamente un plan contra los desahucios, se ha presentado a bombo y platillo, pero está lleno de riesgos y mentiras que, nuevamente, se hace a espaldas de la opinión de los consejeros».

«Desprecio a la asamblea»

Urkaregi explicó que en la última asamblea de la caja vizcaina, el 23 de marzo, se presentó una iniciativa firmada por la izquierda abertzale, PSE, Ezker Batua, Ezker Anitza y CCOO en la que «se pedía la paralización inmediata de las ejecuciones hipotecarias en curso y que no se iniciaran nuevas ejecuciones». Sin embargo, Mario Fernández respondió con la puesta en marcha de un Fondo de Desahucios, que saldría del dinero de la obra social, pero que se tendría en cuenta «a las diferentes sensibilidades» y que se llevaría a una asamblea para su aprobación. Pero Urkaregi remarca que «no se ha hecho así».

A su juicio, Mario Fernández «desprecia e ignora» a la asamblea. La explicación de la representante de la izquierda abertzale es directa y sencilla. «No ha contado con nosotros porque sabe que los objetivos y condiciones de su Plan Etxelan son absolutamete contrarios a lo que propusimos en la asamblea en torno a los desahucios. Esa iniciativa no va a paralizar las ejecuciones hipotecarias; al contrario, van a seguir el camino iniciado y habrá cada vez más clientes expulsados de su casa». Sin embargo, remarcó, entre otras consecuencias, que el gran perdedor será la obra social.

Mientras, el Parlamento europeo acordó «abrir la puerta a la dación en pago de hipotecas si hay acuerdo entre banco y cliente». Esa posibilidad se ve lejana, sin embargo, aunque los eurodiputados exigieron ofrecer información adecuada y flexibilidad.